Los vecinos retratan a la verdadera Delso y su Dillo ti

LA psicomotriz Claudia Delso es miembro destacado del pelotón de los torpes de la Marea, nasía pa’ganá, –tan solo un concejal está fuera de esa categoría–, pero nunca se le podrá agradecer suficientemente su disparate de redistribuir A Coruña en 305 barrios –que incluyen zonas asimétricas, postfuncionales, calcificadas...–, ya que así frustró el principal anhelo vital de Iago Martínez, el Rasputín de Teis: desordenar el movimiento vecinal. Sin embargo, ese acierto no compensa la cadena de desaguisados que orla su labor en María Pita y en la que ocupan un lugar destacadísimo los procesos participativos, con el Dillo ti a la cabeza, una fábrica de producir desencantos al Gobierno local. Ella va montándolo por los barrios y una cita tras otra todo acaba en fiasco. Y no es la oposición la que da testimonio de ello, sino las asociaciones de vecinos, que califican ese espectáculo de paripé para aparentar que existe participación ciudadana, cuando es de dominio público que la única participación es la que supone decir “sí, bwana”, porque quien utiliza otra expresión pasa automáticamente a ser un marginado. ¡Cómo se las gasta! FOTO: delso, como tantos coruñeses, se ríe mientras habla ferreiro | aec

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