anda el mundo del arte gallego revolucionado ante la posibilidad de que el enigmático Bansky haya respondido al ofrecimiento que le hicieron en Ferrol y el grafiti que representa a dos guardias civiles besándose sea una obra suya. En realidad, la gran mayoría de los expertos consideran que se trata de una falsificación hecha por alguien con cierta maña e imaginación, pero, aún así, urgen al Ayuntamiento a que proteja la obra, no vaya a ser el demonio que se pierda el primer trabajo de Bansky en España mientras dilucidan su autenticidad. Y la cosa puede ir para largo, ya que en Zaragoza han tardado 64 años en descubrir que algún listillo dio el cambiazo y se llevó una pintura gótica, dejando en su lugar una burda imitación.