La yihad del eucalipto encuentra patrocinio en una empresa china

Está efervescente la yihad del eucalipto. Las hachas están bien afiladas y las sierras mecánicas engrasadas para lanzarse en tropel al monte a arrasar a la especie invasora. Después, el nirvana; Galicia poblada por bosques autóctonos caducifolios. Y todo gracias a la acción de unos activistas en los que uno piensa y se imagina a tipos que se inflan a anabolizantes y que tienen unos brazos con la misma masa muscular que los muslos de una persona normal y que les permiten cortar los árboles de un solo tajo. El último impulso a los purificadores del monte viene de China, pues a la empresa Cheng Ji Wood le ha dado por comprar madera de alcolito a feixes y paga 80 euros por tonelada. Conociendo la afición de aquel país a las falsificaciones, en dos años nos dan el palo con los árboles.

La yihad del eucalipto encuentra patrocinio en una empresa china

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