El arte descriptivo del ya ex líder del PSOE de Lugo

EL todopoderoso Caballero, don Abel, y su sobrinísimo Gonzalo se cruzaron durante años menos palabras que cada uno con su respectiva suegra. Reproches, en cambio, a feixes, sobre todo con la firma del alcalde vigués. Sin embargo, o la cena de Nochebuena hizo milagros o alguien les hizo beber un filtro de amor, porque en enero del año pasado los angelitos empezaron a tocar la lira; sonaba un “ommm” permanentemente; Casa Caballero era el paraíso, el nirvana, la California de los jipis. ¡Qué paz! Hasta se lanzaban piropos –¡ojito con el heteropatriarcado machista!–, pero los años que se perdió de escuela familiar se le notan al jefe de la franquicia enxebre del PSOE. A su tío no se le rebela nadie y, en cambio a él... Se le rebotaron los socialistas coruñeses por los chanchullos en la lista de las municipales, se le rebotaron los de Ourense por el mismo motivo y ahora dimite el secretario general de Lugo, Álvaro Santos, que además se marcha acusándolo de que “solo fomenta la confrontación”. No le queda mili ni nada al sobrinísimo. Por cierto, su tío –el de Gonzalo– ni ha abierto la boca. Tampoco ha hecho la ola, ¡eh!, no seamos malos. FOTO: gonzalo caballero y álvaro santos | aec