LAS NAVES DE ALFAGEME

El Juzgado de lo Mercantil ratifica al Igape como propietario de las naves de Alfageme en Ribadumia y Vilaxoán, por lo que a partir de ahora se abre un nuevo proceso en este conflicto que debe acabar con la vuelta de la actividad industrial. El camino hasta el deseo de todas las partes implicadas será largo y tortuoso. Habrá que confiar en la gestión de la Administración autonómica para que en el menor tiempo posible el sonido de las latas vuelva a estar presente en esas naves ahora vacías y sin maquinaria. La lectura que deja el caso Alfageme es que la Xunta tiene que medir mucho el dinero público que concede a las empresas y que una vez entregado tiene la obligación de hacer un seguimiento detallado para comprobar que cada euro público se destina al fin adecuado. De lo contrario, podrían volver a repetirse situaciones como la que padecen ahora las trabajadoras de esta conservera.