Los cincuenta años de Alvedro

Ha causado general aplauso el que Carlos Marcos y su Unión Coruñesa soliciten al gobierno municipal y a la dirección de Alvedro que realicen una campaña en conmemoración del 50 aniversario de la inauguración del aeropuerto.
Alvedro pasa por su peor momento y es objetivo de los ataques torticeros que provienen de fuera de nuestra área de influencia y que ocultan oscuros intereses para favorecer a otra instalación aeroportuaria. El ataque hacia nuestro aeropuerto no tiene como respuesta defensa alguna y la pusilanimidad del señor Negreira y de la dirección del aeropuerto alimenta las ansias de los que pretenden debilitarnos utilizando su artillería.
Por ello Unión Coruñesa entiende que la efeméride del medio siglo del aeropuerto no puede pasar como una fecha más en el calendario y que es la razón perfecta para plantar cara en la defensa de esta infraestructura que, durante estos 50 años, acompañó el progreso de la ciudad, el área metropolitana y de toda Galicia, pues no hay que olvidar que las grandes empresas que poblaron la geografía galaica nacieron en nuestra ciudad y a la sombra y de la mano de nuestro aeropuerto.
Fue el 13 de mayo de 1963, cuando Alvedro recibió el primer vuelo de prueba. Dio paso después a la inauguración oficial con vuelos comerciales, el 25 de mayo del mismo año, recibiendo entonces un avión de Aviaco. Con ello se ponía el broche de oro a los trabajos de los alcaldes Molina, y Peñamaría, que con el apoyo de la comarca habían conseguido el aeropuerto que ponía a nuestra ciudad en el mapa y supondría un empuje definitivo para nuestro crecimiento económico.
Por lo tanto, entienden que el señor Negreira debe atender la sugerencia y buscar el apoyo de los ciudadanos para demostrarle a Galicia que seguimos creyendo en Alvedro, que su defensa es irrenunciable y que las instituciones se comprometen con firmeza en su mantenimiento y refuerzo. Sin duda será un motivo de unidad y de recuperar el orgullo de una ciudad cuyos hijos más ilustres defendieron hasta el éxito y eso La Coruña no lo puede olvidar.