Plan antidesahucios: un fiasco

Como se viene diciendo, el plan antidesahucios no contenta a nadie: la frustración de sindicatos, plataforma de afectados por la hipoteca, IU y hasta de la banca empaña la medida del Gobierno.

Al principio, mucha expectación y ahora, tremenda desilusión. Un diputado socialista lo expresó a la perfección: “Los colectivos sociales siguen yendo por delante de los dos principales partidos políticos de España”.

Los socialistas consideran clave ir más allá, sobre todo en aspectos como la reforma de la Ley Hipotecaria. Se afirma que Rajoy se comprometió a cambiar la norma, pero ahora la principal cuestión no es si cambiar o no la ley, sino cómo se tramitaría su reforma. Rajoy dijo: “Cambiaremos la ley si es necesario, al menos para permitir a los afectados que renegocien su deuda”.

Los socialistas exigen que se regule para evitar los abusos y no sólo para permitir renegociaciones. Y hablan de criterios más estrictos sobre la concesión de hipotecas, limitando los préstamos al 80% del valor del inmueble y a una duración de 30 años. Las autoridades europeas vigilan, pues lo que afecte al valor hipotecario toca el núcleo de la valoración del sistema financiero. Dice la banca que si los cambios son radicales se podrían encarecer los créditos, incluidos los ya concedidos.

En cuanto a la moratoria, los socialistas querían más de dos años y que se pudieran acoger más afectados, ampliando el umbral para considerar los beneficiarios. También ha quedado sin atajar el aspecto más denunciado: la velocidad con que se multiplica la deuda por los intereses de demora desde el primer mes que una familia no puede pagar.

Comisiones Obreras insisten en que se paralicen las ejecuciones hipotecarias en marcha. Lo cierto es que continúa hasta el 26 de enero la recogida de firmas que comenzó en abril para promover una iniciativa legislativa popular que legalice la dación en pago e impulse el alquiler social.