Una Coruña de “Cuéntame”

Muchos son los contenidos que se agolpan en mi block de notas a la hora de elegir un tema para narrar este viernes. Desde, entre otros muchos, la chaqueta friki de Messi con su cuarto Balón de Oro hasta la mejoría innegable del Depor.

Sin embargo, mis tiros van hacia los responsables de los museos denominados “científicos” del Ayuntamiento coruñés: la Casa de los Peces o el Aquarium Finisterrae, como prefieran, la Casa de las Ciencias y por último, el Domus. La historia, más bien las quejas, me las cuentan unos turistas que llegan a nuestra ciudad en las fiestas navideñas. El día anterior a la festividad de Reyes, deciden llevar a dos niños a la Casa de los Peces.

El día era precioso para disfrutar en ese lugar de las maravillas que nos ofrece el Aquarium. Llegan a la taquilla y solicitan las entradas. El padre, que no lleva dinero suficiente en metálico, quiere pagar con una tarjeta de crédito.

“Lo siento, tiene usted que pagar en efectivo. No se admiten tarjetas”, le informan. Se siente perdido y sugiere que puede hacerlo en una tienda interior. No puede ser porque es una concesión y nada tiene que ver con el municipio. La solución es buscar un cajero.

El visitante no sabe a dónde dirigirse porque no conoce la ciudad. Le indican un cajero. Vuelta al coche con los niños. Echar mano del GPS. Soluciona el problema y vuelta a la Casa de los Peces y enfrentarse a la empleada. Esta le pide perdón por las molestias, “pero es orden del interventor del Ayuntamiento”.

El turista asiente aunque no comparte el planteamiento. “Están dibujando una Coruña en blanco y negro. Esta ciudad parece vivir todavía en la época de ‘Cuéntame’. No se pueden tener aquí estas maravillas y pifiarla con algo tan sencillo y útil como puede ser pagar con una simple tarjeta”.

No es positivo que un forastero se lleve esta imagen de A Coruña por la falta de visión de un interventor, que tiene toda la pinta de seguir viviendo en la época de “Los Alcántara”. De poco vale que cuando se habla de los museos coruñeses se detalle con cierta altanería y orgullo que “la divulgación científica y artística tiene en las Casas Museo de la ciudad un lugar destacado” para después fallar en lo más sencillo. Toca evolucionar.