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 El nuevo día de la marmota

ES fácil imaginar a Felipe VI dando vueltas en algún salón de su palacio, pensando como deshacer el entuerto en el que se ha metido el país por culpa de la fragmentación del voto y, sobre todo, de los egos de los presidentes de los partidos. Rajoy ya ha adelantado que le comunicará al monarca que no tiene los votos necesarios para gobernar. Aunque, esta vez se pondrá en el papel del chivato de la clase y añadirá un “porque Sánchez no quiere”. Por su parte, es de suponer que Sánchez dirá lo mismo con la coletilla de “porque ni Rajoy ni Iglesias se abstienen”. Rivera se limitará a encogerse de hombros y a decir: “La culpa no es mía”. E Iglesias le dirá al ciudadano Felipe que tiene los días contados y que Sánchez es un facha por aliarse con Ciudadanos. Y el rey decidirá que este país celebre nuevas elecciones. El problema es que esto se puede convertir en una especie de día de la marmota en el que la historia se repita una y otra vez, cada seis meses cuando acudan a votar los ciudadanos por la incapacidad de sus dirigentes políticos para llegar a un consenso.

 La cuaresma terrenal

UNA huelga de hambre con fecha de caducidad es como una cuaresma laica. En la versión litúrgica de ese tiempo, que se prolonga durante cuarenta días, los fieles deben abstenerse de comer carne los viernes, pero ese ayuno, que huele a incienso y a vela quemada, es propio de personajes como Francisco Vázquez, el coruñesismo hecho hombre, y no de progresistas como el mareante Miguel Anxo Fernán-Vello y los podemitas Pedro Arrojo, Jorge Luis Bail y Eduardo Santos. Ellos, más terrenales, han acortado a una semanita –desde el sábado pasado hasta mañana– su negativa a ingerir alimentos, o sea, que el domingo se pueden poner las botas; ese día ya no importa lo que ocurra con los refugiados. No obstante, menospreciar el efecto de esa huelga de hambre que secundan en el Congreso sería un error, ya que ha desvelado que el poeta Fernán-Vello no solo alimenta su espíritu para sobrevivir sino también su cuerpo.

 La curiosa conclusión de Abel Caballero

TIENE narices que el redentor del socialismo patrio, Abel Caballero, se haya dado cuenta a estas alturas de que los gobiernos de las mareas de Santiago, Ferrol y A Coruña son una catástrofe. Esa fue la palabra que empleó para definirlos y se quedó tan pancho. A lo peor es que Abel no se enteró de que fue su partido el que los puso en las alcaldías de esas tres ciudades. Y lo más curioso es que lo hizo a cambio de nada, bueno, en realidad, a cambio de que no gobernara la lista más votada, que, por cierto, era la del PP.

 Un derbi con aroma y color

EL Basquet Coruña y el Breogán de Lugo inician esta tarde un play off fratricida que supone el primer paso en el camino hacia la Liga ACB. Por obra y gracia de los patrocinadores –que son a los clubes lo que la red a los trapecistas–, el equipo coruñés se llama “oficialmente” Leyma y el lucense, Cafés Candelas. El desenlace de la eliminatoria determinará, por lo tanto, si los jugadores bebieron en la cancha leche manchada o un cortado.

 El nuevo voto censitario

LLAMAR mesas de trabajo a reuniones en las que está presente la Marea, nasía pa’ganá, constituye casi un paradoxo, por eso queda mejor calificar como Cumio de Mariñán a la xuntanza celebrada ayer para hablar sobre la recuperación de la ría de O Burgo y el río Mero. En esa cumbre tampoco se puede ver el embrión de la Mancomunidad, cuyo desarrollo será inviable mientras no se alcance un acuerdo sobre el voto ponderado, que viene a ser la remasterización del voto censitario, pues A Coruña debe tener más peso en las tomas de decisión que, por ejemplo, Oleiros –perdón, Gelo–. De todas formas, y por si acaso había que votar algo, Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, se presentó en Mariñán con Iago Martínez, que se supone que hubiese votado lo mismo; o, al menos, le hubiese recodado al alcalde qué debería votar si se olvidase.

 Presumir de gallegos y de Gadisa

NO deja de ser una especie de milagro que en Galicia pueda existir una gran distribuidora de alimentación. Lo es por geografía, ya que la comunidad no deja de ser una de las esquinas de España y, además, la que limita al norte y al oeste con el océano. Y sin embargo, año tras año, Gadisa está demostrando que si las cosas se hacen bien terminan por funcionar. La empresa coruñesa ha superado los mil millones de facturación con un aumento del 4,2% en la cifra de negocio y, lo que es más importante, generando 201 empleos directos. Lo dicho, que los gallegos, además de presumir de serlo, tenemos que presumir de Gadisa.

 Capacitada para reconducir la situación

MENOS mal que Abel Caballero es el único capaz de poner orden en el consistorio ferrolano, a quien aparta de sus críticas contra las mareas, gracias a la presencia de su correligionaria Beatriz Sestayo. El regidor vigués es un especialista en sembrar tempestades, como cuando estaba al mando del PSdeG y tuvo que venir Touriño a poner paz. La verdad es que la corporación departamental necesita varios litros de valeriana para calmarse y comenzar a gobernar, algo que de momento no demostraron que sepan hacer. Aunque según el alcalde olívico, la socialista es la única capaz de reconducir la situación. En otros municipios, los del PSOE supieron apartarse antes de que cayese el árbol, algo que también estudian hacer los del BNG.

 El original y la fotocopia

EL Deportivo era hace poco más de un año un equipo sin alma. Salía al campo a ver qué pasaba y lo que solía pasar era que perdía. Carecía de esquema y de táctica. Si convenía bombear balones, se raseaban; cuando interesaba jugar en corto, se daban pases largos; encontrar a un jugador en su verdadera posición era toda una aventura; nadie metía el pie; al menor contratiempo el equipo se venía abajo; los aficionados salían abochornados de Riazor... El ideólogo de semejante despropósito era Víctor Fernández. El miércoles, ante el Barcelona, se repitió ese desastre, pero esta vez la paternidad correspondió a Víctor Sánchez, a quien, cuando los seguidores blanquiazules bramaban, se le ocurrió afirmar que no había ocurrido nada. ¡Con lo bien que había empezado hace poco más de un año...!