A qué juega Ciudadanos

Creo, sinceramente, que la fuerte irrupción de Vox en la realidad política española ha desmontado la estrategia de Ciudadanos hasta desnortarlos. Solo así se explican los bandazos de este nuevo-viejo partido naranja que generó tanta ilusión en su llegada como incertidumbre en su presente. 

He escuchado muchas críticas al partido de Santiago Abascal desde su nacimiento, pero una de las afirmaciones de la nueva derecha no fue discutida por nadie, es más, creo que fue bien aceptada y entendida. Me refiero a la descripción que Abascal hizo sobre Ciudadanos al calificarlos como “la veleta naranja”. 

Es cierto, Ciudadanos se ha convertido en un partido imprevisible que tan pronto puede firmar con Sanchez un programa de gobierno como vetar al propio Sanchez para un futuro próximo. Recuerda un poco a lo que hicieron con Rajoy, al que le negaron públicamente su apoyo en la investidura en reiteradas ocasiones hasta el momento de votarla afirmativamente, como hicieron. 

Poco queda de aquella convicción innegociable que rezaba: “Ciudadanos no participará en ningún gobierno que no presida”, imagino que hasta que Andalucía le dio los votos a Vox y Cs se apresuró a auparse a los sillones del poder. Otra de las soflamas naranjas consistía en la regeneración política de España y para ello presumía de incorporar a la clase política a personas sin pasado que tenían profesiones fuera de la política. Esa música gustaba al cuerpo electoral pero también aquí Cs cambió la letra. Los “fichajes “de cargos del PP. y del Psoe rompen el discurso purista del que presumía la formación de Rivera. 

Es más, no se corta un pelo y anuncia en los medios, como un comercio en rebajas, una llamada a todos los traidores populares y socialistas para que entren en las listas de Ciudadanos para el próximo 28 de abril. 

Aquellas primarias limpias que preconizaban en sus inicios, fueron calcinadas desde La Coruña, donde apartaron digitalmente al ganador de las primarias para poner a una joya mediocre que, naturalmente, perdió el escaño que Cs había conseguido por esta provincia unos meses antes. 

Ahora, en una suerte de primarias falsas, fichan a desleales y los anuncian como candidatos con primarias a medida. Añádanle a esto las purgas de afiliados que Cs ha hecho en provincias para colocar a obedientes callados que traguen con todo y verán lo mucho que esta formación ha envejecido en muy poco tiempo. 

Tampoco en Cataluña, su auténtica maternidad, han estado a la altura de las circunstancias, tras ganar unas elecciones autonómicas, algo histórico, no han sabido gestionar su éxito y su importante presencia en el Parlamento catalán es irrelevante, hasta el extremo de que le han cedido a Vox un protagonismo total en el juicio del “process” al haber renunciado a ejercer la acusación popular contra los golpistas independentistas. Inés Arrimadas abandona Cataluña para irse a Madrid, acompañada de otros parlamentarios naranjas , dejando huérfanos a sus votantes catalanes. 
Ponen en peligro su hegemonía para colocarse en Madrid, al calorcito de los leones del San Jerónimo. Y como Girauta no cabía, pues lo mandan a Toledo de número uno en plan paracaidista como hacían los partidos de la “casta”. 

A Rivera le entraron las prisas por el poder y acumula tantos errores que las urnas pueden darle un revolcón en favor de Vox, que araña cada día voto españolista a Cs por la incertidumbre que los de Rivera generan a la sociedad. Más vale honra sin barco...

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