El chiste, malo, de Ciudadanos

Lo de Ciudadanos’ con Galicia no tiene explicación alguna. Salvo un desconocimiento profundo de nuestra tierra, que tienen más que acreditado, y tiene sus raíces en el tiempo cuando se negaban a que el AVE llegara al Noroeste peninsular, hasta hacernos pioneros en sus “pucherazos” primarios, cuando dieron la espalda a sus afiliados en la provincia coruñesa obviando el resultado de sus primarias. para colocar al cartero, dispuesto a todo para medrar traicionando a quien hiciera falta. 

Bien lo hizo el meritorio compostelano porque tenía experiencia, antes había traicionado ya a sus compañeros de Upyd. La verdad es que cuando uno se rodea de traidores ya sabe lo que puede esperar de ellos. Hace cuatro años Cs se las prometía muy felices, incluso las encuestas les daban representación municipal en los ayuntamientos más importantes de Galicia. 

Todo ello quedó en agua de borrajas a medida que la campaña se iba desarrollando y la carencia de programas, principios y líderes, los dejaron fuera de las casas consistoriales apuntándose un rotundo fracaso. Paradigmático fue el caso de La Coruña, donde la demoscopia les daba hasta cuatro actas y se quedaron en cero patatero. La suma de errores no cesó y las purgas de afiliados y cargos directivos de la formación los acabó señalando como un partido no fiable. 

Ahí está, para la historia, su pacto fallido con Sánchez para hacer gobierno con el PSOE, ese partido al que ahora le impone un cordón sanitario que los propios miembros de Cs ponen en tela de juicio, buscando acuerdos periféricos con los socialistas. Incongruencias veredes Sancho que diría el manco de Lepanto. 

No conformes con tanto error, llegaron las autonómicas, donde las encuestas también sonreían a los naranjas, hasta que decidieron poner a-su candidata a la Xunta de número uno por La Coruña, una viguesa de grañ talla intelectual y personal, con la que  jugaron al paracaidismo galaico, con un resultado estrepitosamente malo, anadie que conozca nuestra tierra se le ocurre poner de candidato por Vigo a un coruñés o coruñesa distinguido ni viceversa. 

Ahora, a las puertas de las Ciudadanos la vuelve a liar y manda, como cabeza de lista a La Coruña a una lucense-madrileña que no viene a la ciudad ni como turista y que, por supuesto, no conoce nada de nuestra provincia. Los coruñeses que voten Cs han de saber que están regalando su voto a un escaño, poco probable, que tomará su acta dirección Madrid y no lo volverán a ver hasta dentro de cuatro años, para pedir de nuevo el voto. Tanto dislate tendrá alguna explicación, así es; Rivera quiere colocar como cabezas de lista a sus amigos y amigas y para ello los coloca en provincias en las que cree que tendrá el voto regalado. Marta Rivera a La Coruña, Villegas a Almería o Girauta a Toledo, son algunos ejemplos del paracaidismo ciudadano. 

Hay muchos más y en los próximos días los iremos viendo. Esta es la nueva política de los que venían a regenerar y acabaron degenerando y es que, además, no es nuevo. Hace algunos años otro partido nos coló a Wert, el que fue ministro de educación como diputado por La Coruña. 

Obtuvo su acta y nunca más se supo de él en la provincia. Que Rivera quiera colocar a sus amigos no puede aceptarse a costa de robar representación a provincias como la nuestra, tan necesitada de voces que la defiendan en Madrid. A la hora de coger una papeleta electoral, piensen en ustedes y que no les roben el voto.

El chiste, malo, de Ciudadanos

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