Vox, Ciudadanos y Podemos

Algo tienen en común estas tres formaciones: son las fuerzas que han hecho saltar el bipartidismo con la imprescindible ayuda del propio bipartidismo. A partir de ahí veremos si sus coincidencias van más allá. Se me ocurre una primera y es que los tres se nutren del cabreo de una ciudadanía que ve como la política tradicional en lugar de solucionarle problemas se los crea. 

En cuanto a su utilidad, se aprecian importantes diferencias. Así mientras la irrupción de Ciudadanos en Cataluña no ha servido para cambiar nada la aparición de Vox en Andalucía ha supuesto la jubilación de un Partido Socialista que iba a cumplir 40 años en el Gobierno autonómico. Una cosa tienen en común Ciudadanos y Vox y es que son tachados de fascistas por sus adversarios de la extrema izquierda y por eso es sorprendente que Ciudadanos juegue a la historia del “cinturón sanitario” que algunos proponen para encapsular a los seguidores de Abascal y a los 400.000 andaluces que los votaron. 

Dicen las encuestas que en España superarán los 2,5 millones de votos, demasiada gente para ser encapsulada sin más motivo que el de votar libremente a un partido y con pleno derecho de concurrir a las elecciones. O se esfuerzan un más los que los insultan o la calle los superará por su incapacidad para realizar un análisis serio del por qué Vox está creciendo. 

Por su parte, Podemos, que en una manifiesta irresponsabilidad ha llamado a las barricadas contra el fascismo, exhibe la felicitación que ha realizado Marie Le Pen tras el éxito de Vox. Uno puede elegir a quién felicitar, pero difícilmente puede elegir a quién lo felicite, en todo caso Le Pen lleva en su programa del Frente Nacional, por ejemplo, la salida de la UE y del euro. Vox no lo lleva eso y Podemos sí lo lleva. También la francesa recoge la salida de la OTAN cosa que Vox tampoco recoge, pero que incluye Podemos, curiosamente Le Pen propone una subida de impuestos que Vox rechaza, pero que Podemos recoge, también coinciden Le Pen y Podemos en romper la Constitución cuestión que Vox no incluye, si bien sugiere cambios legales y ordenados de la Carta Magna. 

Así podríamos continuar con muchos ejemplos, pero solo pondré uno más, Le Pen y Podemos han justificado la subversión callejera como medio para el cambio social y tampoco a esto se apunta Vox en su programa. Como no soy adivino no se lo que pasará mañana, pero a fecha de hoy conocemos a Vox por ser un partido legal que proclama sus ideas sin complejos, que está limpio de corrupción, que organiza actos ordenados y con masiva participación y que se presenta a elecciones para que los votantes pueden elegir su papeleta o la de cualquier otra formación. 

Desde el simplismo más primitivo, han querido vender la idea de que 400.000 andaluces se acostaron socialistas y se levantaron fascistas. Vox forma parte ya del mapa político y se ha convertido en una opción con los mismos derechos y obligaciones que los demás. Claro está que esa falsa superioridad intelectual de la izquierda parece darle carta blanca a la hora de repartir etiquetas o llamar fascistas a quien quieran con lo que ponen en evidencia su desconocimiento de lo que fue el fascismo y ya de paso el comunismo que suman millones de muertos sin ruborizarse.

Vox, Ciudadanos y Podemos

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