Esta película ya la hemos visto

La ministra de Economía era la gran esperanza blanca del Gobierno, algo así como el muro de contención de las barbaridades en materia económica que Sánchez pudiera cometer por su debilidad parlamentaria y los socios de moción de censura. Nadia Calviño venía de la Unión Europea donde manejaba presupuestos, cuadros macroeconómicos, planes de estabilidad... 
Durante los cien primeros días del Gobierno había estado callada. Sin embargo, en las últimas horas ha decidido romper su silencio y para decepción de muchos se muestra partidaria de flexibilizar los objetivos de déficit y de subir los impuestos.
Sin embargo, con ser eso preocupante, lo más chocante en esas declaraciones de Calviño son las alusiones al momento actual de la economía española. Ya son muchos los organismos y servicios de estudios que han rebajado sus previsiones de crecimiento para este año. 
El BCE, CEOE, BBVA y Funcas ya lo han hecho. Un aumento del PIB del 2,6 por ciento es un ya un fijo en el consenso de los expertos. De hecho, ya el trimestre pasado se alcanzó un crecimiento del 0,6 por ciento, cuando en el último trimestre de 2017, el PIB aumentó un 0,9 por ciento y de enero a marzo de 2018 un 0,8 por ciento. Es decir, que la desaceleración es ya del 33 por ciento. 
La ministra de Economía ante esta realidad decidió hacerse un Solbes y pidió que no se lancen mensajes alarmistas. La situación, en su opinión, no es preocupante y el crecimiento sigue siendo robusto. Es más, subrayó que España “se encuentra en la fase expansiva del ciclo económico”.
Lo que no dice la ministra es que numerosos indicadores de estos momentos o adelantados ya están en negativo o en claro retroceso. Lo vimos sin ir más lejos en el mercado laboral de julio y sobre todo de agosto. La verdad, esta película ya la hemos visto y no nos gustó nada.

Esta película ya la hemos visto

Te puede interesar