La confianza, en mínimos

El Presidente está en funciones y de vacaciones. No tiene previsto ninguna reunión con su socio preferente, ni con ningún otro grupo parlamentario, con el objetivo de lograr los apoyos necesarios para ganar la investidura a la presidencia del Gobierno. A día de hoy, comienza a estar en la mente de todos que Sánchez nos va a llevar a unas nuevas elecciones en noviembre. Siempre he creído que es mejor no tener gobierno a tener uno que nos lleve al desastre. En todo caso, sin gobierno hay muchos asuntos que quedan pendientes y sin posibilidad de resolverse hasta que haya un gobierno. Pensiones, salarios de funcionarios, financiación autonómica y, por supuesto, reformas que pongan a este país en condiciones de afrontar la desaceleración del crecimiento y de la creación de empleo y reducción del paro.
El Gobierno nos quiere hacer creer que los datos son estupendos y que lo son tanto que está pensando elevar una décima la previsión de aumento del PIB para este año hasta el 2,3%. Esta decisión no casa ni con los datos ya conocidos ni con los que maneja el Ministerio de Economía para los próximos meses. En el llamado Índice Sintético de Actividad, prácticamente todos los indicadores o están en claro retroceso o directamente en negativo y esto viene ocurriendo desde hace ya meses. Es decir, que el Gobierno tiene pleno conocimiento de la evolución negativa de la economía española. Y, desde luego, no es ajeno a todos y cada uno de los problemas externos que acechan a España y Europa, como el Brexit, la guerra entre China y USA o la situación política en Italia y Argentina. Ayer, por ejemplo, se conoció el índice de confianza alemán y está en su peor registro desde 2011 o que sus exportaciones han caído un 3%.
Es difícil explicar que, en este contexto, el Gobierno nos engañe con la evolución económica o esté de vacaciones o no muestre interés por formar gobierno. Tampoco tengo claro que los ciudadanos mayoritariamente se estén dando cuenta de que nos dirigimos a una situación muy compleja. No sé si hemos aprendido de lo que ocurrió y no hace tanto tiempo. Pero deberían estar alerta y escuchar a los que con datos intentan poner blanco sobre negro, con cordura, lo que se avecina.  

La confianza, en mínimos

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