La hora de los balances

Se acabó el año y como todos es hora de hacer balance. El viernes lo hizo Rajoy, que se mostró muy satisfecho con la marcha de la economía y las cifras avalan ese optimismo. La economía, como ya ha adelantado el Banco de España, habrá crecido un 3,1% y habrá creado más de 600.000 empleos. Prácticamente todo el crecimiento se ha trasladado a la creación de puestos de trabajo. Un año más la cuenta exterior cierra en positivo y van seis años, lo que demuestra que se ha cambiado el sistema productivo, que las empresas son competitivas y han salido al exterior con un resultado extraordinario y además lo han hecho para quedarse.
Muchas veces se ha hablado de la necesidad de que nuestro sistema productivo cambie, que pase del ladrillo y el turismo a otro que incorpore más valor añadido, más innovación y tecnología. Y, de forma callada, en los últimos años, las empresas se han internacionalizado y lo han conseguido. España cuenta con una economía más moderna, competitiva y avanzada. Demostrado también por el hecho de que no solo se ha logrado colocar los productos de forma competitiva, sino que decenas de sociedades están en los proyectos internacionales más exitosos.
En este balance, sin embargo, hay una preocupación, la situación de inestabilidad vivida en Cataluña y los riesgos de que esa desconfianza e inseguridad se cronifique, si no son capaces los partidos de formar gobierno y si el que se forma es contrario a los intereses de todos los españoles y especialmente los catalanes. Tanto si el gobierno que se forme genera inseguridad como si no hay capacidad de formarlo y hay que repetir elecciones, los malos datos económicos y de huida de empresas seguro que se multiplicarán y entonces tendremos que hablar de contagio.
Cataluña es para el Gobierno, el Banco de España y las instituciones, expertos que se han pronunciado sobre la evolución de la economía en 2018 el agujero negro, lo que puede hacer que se tuerza el ritmo de crecimiento y empleo. Es tan evidente que me parecen pocas las veces que se repita este mensaje y poco el esfuerzo que hay que dedicar a que Cataluña tenga un gobierno serio que devuelva la confianza y la seguridad que la economía, pero también la vida diaria, necesita para seguir avanzando.

La hora de los balances

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