El día después

Más allá del ritual de toda noche electoral, que volveremos a vivir el próximo domingo, lo importante será analizar las posibilidades reales que habrá para formar gobierno. Es decir, la atención convendrá ponerla en lo que pueda empezar a pasar realmente el día después.
Las últimas encuestas apuntan a un mapa igual o más endiablado del que salió de las urnas el 20 de diciembre. Parece claro que ningún partido va a tener mayoría absoluta y que el bipartidismo PP-PSOE forma parte ya de nuestra historia. También parece probable que el PP vuelva a ser la lista más votada, pero con una horquilla de escaños entre 114 y 130, cifra muy alejada de los 176 donde se sitúa la mayoría absoluta.
La gran incógnita de la noche electoral será saber si la coalición de Podemos con IU superará o no al PSOE y en caso de darse el manido sorpasso, constatar si se produce no sólo en votos sino también en escaños. Si Unidos Podemos queda por delante del PSOE, este partido tendrá que tomar en pocos días decisiones importantes: permitir o no la continuidad de Pedro Sánchez y qué postura adopta ante la oferta que recibirá tanto de Podemos como del PP para formar gobierno y facilitar la investidura, de Pablo Iglesias o de Mariano Rajoy. Se puede dar por tanto la paradoja de que el PSOE, con el peor resultado de su historia, tendrá en sus manos la decisión de quien será el próximo presidente del Gobierno.

El día después

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