Como mi abuelo (I)

Amigos: Bajo las circunstancias extremas con las que hoy me enfrento para escribiros esto y en el 2016, o sea en el año dos mil y pico, como dice la canción, estoy como mi bisabuelo, a la luz de las velas, tecleando más bien apalpando, el teclado, después de casi 10 horas sin corriente por una avería, toda una comarca sin servicio eléctrico.  Con unas consecuencias que se cuantificarán, pero serán enormes hablando en papel moneda, porque si vamos al daño, sicológico, social y físico, entonces nos metemos en terreno altamente incalificable. Como siempre ocurre, el depender de una sola calle de salida, es una bomba que te va a reventar en cualquier momento y no tienes otra. Decía lo de mi abuelo. Fue director de banda de música, o sea músico de profesión, por cierto entre otras dirigió la banda de música de Villagarcía, durante una decena de años,  y ahí están las hemerotecas, compuso varios pasodobles, y alguna marcha,  me contaba mi padre, como escribía las partituras a la luz de las velas, con pluma y tintero. Como todos los buenos músicos de la época, su primer amor era la música, y luego el resto. Su tenacidad ante un piano que yo aun recordé bastantes años después, entre otras cosas, tengo en mis manos su diapasón, y una batuta, que le regalaron en un concurso de bandas de música, no sé si por quedar primeros y ganadores o últimos y perdedores, aunque según me fueron contando familiares que le conocieron en sus buenos tiempos, y gente amiga del pueblo de aquella, hoy ciudad emergente, era poseedor de un carácter irresistible, encantador, muy querido incluso por sus compañeros de la banda, músicos como él claro está, era el que los defendía ante los políticos, municipales de turno, que si los trajes estaban hechos trizas, que si los instrumentos eran ya del siglo pasado, que si  el lugar de ensayo tenía goteras y hacía más frío que en la Antártida, de aquella claro, hoy en día, ya casi es lugar de vacaciones y tomar el sol, pero de eso hablaremos otro día. En definitiva, él daba la cara por todos. Hay que decir que antaño los miembros que componían las bandas de música eran funcionarios del Ayuntamiento y que se dedicaban a eso  nada más, ensayar y tocar música. A todo esto sigo tecleando a la luz de las velas, como mi abuelo. Esto es una sinvergonzada y alguien pagará por esto. Luego queremos ir a Marte, jeje no llegan ni a miércole, siguiendo con mi abuelo, las bandas de música como hoy hacían galas de verano y lo que se recaudaba era para las arcas municipales, en resumen, se lo curraban bien currado, y hablo de los años 1910-1930. Algunos familiares dicen que un servidor, o sea yo, soy muy parecido a él, ojalá sea así. Porque para mí fue siempre más que un abuelo, fue un espejo al que intentar parecerme. Un ídolo. Y como todos los artistas de aquella pasaron sin reconocimiento. Se me consume la vela que como la  vida tiene los dias contados, por hoy lo dejo aquí. Su nombre era Joaquín Rubianes Buceta. Q.e.p.d, un saludo amigos y feliz Año.

Como mi abuelo (I)

Te puede interesar