Totum revolutum (y 2)

Un operativo esperpéntico, de un siglo atrás, dos automóviles, instalados y digo bien, instalados en medio de la carretera, como si formaran parte de la misma, los heridos ya habían sido trasladados, en ambulancia, nosotros cuando llegamos ya no estaban, pero llevábamos allí dos horas esperando a qué? Cuando había niños de 10 y 12 años, otros jóvenes que iban a los colegios y llegaban tarde, personas que iban al trabajo con retraso ya, y mayores con citas médicas que ya habían pasado sus horas de cita, angustiadas, y un conductor que no movía el culo ni para tranquilizar al pasaje, si este tiene que soplar un globo para hincharlo, sopla para adentro. En esos momentos es una autoridad a bordo, y debe hacer las funciones de tal, y no de chamberláin de la reina, diluyéndose en su sillón, y rezando como una nazarena.
Para ese tipo un cero patatero, desde luego, ya sé con quien no voy a ir en bus nunca más en mi vida. Y la dirección de Mombus que tomen buena nota del susodicho, pero bueno, puestos a hablar, de lo negativo, que ocurrió esa aciaga mañana no fue el único, ni mucho menos, el operativo, no ya de la excarcelación de uno de los heridos y su traslado en ambulancia. Ahí no puedo hablar porque yo no lo vi, pero lo ocurrido después, reteniendo un vehículo de servicio público con más de cincuenta personas, cada una con sus expectativas, y problemas, con menores a bordo, que al final tienen que salir por la carretera de noche, con el peligro que eso conlleva, y todos los demás con nuestros problemas viendo como miembros de protección civil, guardia civil, bomberos, etc. era un totum revolutum, que ya no sabías quien estaba al mando del operativo. Por lo que observé allí, el único que obedecía era uno bajito, con una casaca amarilla, un señor de Murcia o algo así, los demás eran jefes, por como gesticulaban. No había información por ningún lado, si esto lo cuenta el malogrado Gila en uno de sus sketchs, nos mondamos de risa, pero fue una realidad. Llegué a pensar que los del accidente habíamos sido nosotros los culpables, y estábamos detenidos y esperando la caballería con veinte vehículos, para ponernos los grilletes. Y esto es lo que entrenan por si ocurre algún desastre? Dios mío, que Dios nos coja confesados, en que manos estamos.
Al final con la lógica, que se suele tener cuando alguien ajeno al desastre y no obedece órdenes de nadie, tan solo les dice, quien está al mando, todos se señalan a sí mismos. Bueno es igual, mirad, con separar un coche de la vía pública entre varios, pero marcando, con spray, donde están las ruedas, asunto arreglado, estamos esperando las grúas, dicen, pero córcholis, (otra acepción más contundente), les digo, entre 5 o 6 lo movéis a mano y con fuerza y listo, el autobús, puede circular y llegar, eso sí dos horas más tarde al destino, el viaje más largo, más de tres horas hasta Pontevedra, más largo de lo que el viento se llevó. Por tanto, oro cero patatero, para todo el operativo montado,  y eso sí, a la vista de esto, mucho me temo que si por desgracia ocurre algo mucho más grave, mejor vamos construyendo un refugio subterráneo, si no mal vamos.
A todo esto, yo con mi problema en el gemelo, tuve que andar casi 5 kilómetros con la pierna izquierda arrastro por el dolor. Después de casi otras dos horas de andar con sufrimiento llegué al Hospital Provincial. Ya solo me quedaba subir la cuesta de acceso, en ese momento pasaban las grúas para el lugar del operativo fallido, desde que yo llegué, antes no puedo hablar lo que ocurrió, y no lo voy a hacer, todo lo demás es verídico. Llegué y no perdí la vez, con el médico por mi constancia y sufrimiento, pero manda huevos,  yo un espartano, en medio de un mundo cruel. Saludos amigos, así ocurrió y así lo cuento. Saúde e terra.

Totum revolutum (y 2)

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