Un árbol, siete vidas

Amigos: “Buscar el sentido de la vida es darle significado” (Enrique Solari). “Ni los muertos pueden descansar en paz en un país oprimido” (Fidel Castro). “Dale a la vida prioridad sobre todas las cosas: sobre la tierra, el dinero, las promesas, sobre todas las cosas” (Joan Báez).

Hay dos cosas con las que hoy quería denunciar desde aquí, una es el desmantelamiento del puesto de la Guardia Civil de Vilagarcía, en calle Pino, nº 4, mas  conocido como Marxión, y su famoso Pino, que por cierto tenia su historia, digo tenía porque ya no existe, fue cortado de raíz, en aras de una enfermedad que decían tenía, es parte de la historia de la Vilagarcía reciente,  al menos de los últimos cien años. Y creo no estar muy equivocado, incluso se decía que allí fueron ajusticiados-asesinados, durante la Guerra Civil varios vecinos de la ciudad por sus ideas en contra del bando vencedor. 

Yo me acerqué a ese lugar cuando el famoso Pino de Marxión, yacía hecho añicos por el suelo y me llevé de recuerdo un trozo de rama ya serrado de unos veinte centímetros, y me dolió profundamente verlo, me dio la impresión que parte de la historia de la ciudad había sido usurpada como si quemaran los libros de una época de la ciudad, para no ser recordada, una sensación muy deprimente para un servidor. Seguimos, dicho cuartel está a unos metros del citado y extinto pino y en verdad necesita una remodelación adecuada a los tiempos actuales, pues en las viviendas que existen y habitan los números de la Guardia Civil malviven en esas instalaciones.

Se cae a trozos y no exagero, personalmente no tendría mi hogar en esa instalación, y pido desde aquí unas dependencias dignas, así como unas oficinas acordes con los tiempos, tanto avance tanta tecnología y tenemos a nuestros servidores de la ley malviviendo en auténticas ratoneras, y por supuesto, el puesto con Capitán al frente como corresponde a la cabecera de comarca que es Vilagarcía. Los políticos, esos especímenes raros que hoy dicen una cosa y al día siguiente la contraria tienen y deben de luchar por que eso se solucione de manera satisfactoria para el pueblo, porque así lo pide, y hablo aquí del sentir popular, si el pueblo calla un servidor no.

Alcalde, debe remover lo posible y lo imposible para solucionar el problema a los guardianes de la ley, si no es así, que el pueblo y Dios se lo demande. Y además están los suyos en el poder. Espero que acoja este escrito con el buen ánimo de un vilagarciano a otro, sin más, gracias.

El otro  asunto no tiene nada que ver con el anterior, salvo en una cosa, los árboles. Hacía tiempo que no visitaba el parque de Sanxenxo y una vez allí dentro sentí un pavor que estuve a punto de escapar. Años atrás lo vi lleno de vida arbórea y de vegetación no muy cuidada, por decir algo, pero con  pájaros, palomas, etc. Al fin vida animal y vegetal, que transmitía pese a un cierto abandono, un acompañamiento al ser humano que acudía a su cita, de aquella eran árboles frondosos que transmitían sombra y paz, bancos ajados, pero te podías sentar, hierba, el suelo lleno de hojas caídas del otoño, que daba un cierto sabor agridulce de ver una zona privilegiada medio abandonada pero bella, que trasmitía sensaciones. El parque estaba vivo y latía por los cuatro costados. Soy amante de los árboles porque nos dan vida, cobijan nidos, e incluso están cuando nacemos y con suerte es lo ultimo que vemos al pasar al otro lado, y siguen ahí nos dan alimento, nos dan su energía, siguen y siguen, siguen hasta que los cortan. La necedad humana no tiene límites, un lugar yermo con unos cuantos pinos, el mar al fondo, los bancos también los debieron cortar porque no estaban, poca muy poca hierba, tierra abrupta, no vi ni un pájaro, para qué van a ir, si es un suelo yermo, sin vida sin llamada ni para el humano, eso sí el camino está bien delineado y limpio, pero nada más.

Mal asunto para los humanos si se mueren los árboles o se cortan, estamos acelerando nuestra extinción, cuando lo ideal es multiplicar su presencia hacemos lo contrario, como siempre y nos merecemos un buen escarmiento, no os quepa la menor duda, señor alcalde de Sanxenxo, tome nota, de esto o lo lamentaremos todos. Plante árboles y no más cemento si no, nos espera la perdición a corto plazo. Un saludo amigos. Saúde e Terra.

Un árbol, siete vidas

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