El carbón del PXOM

Los Reyes Magos le han traído a Vilagarcía, y concretamente a su PXOM, carbón. Mucho carbón. Será que Sus Majestades han ido tomando nota del comportamiento de todo el año de quienes tendrían que haberse portado bien y han decidido suspender en su propia hoja de ruta. Y si los Reyes lo deciden, ¿quiénes somos los demás para llevarles la contraria?
Esto, como en el colegio cuando éramos pequeños, es una evaluación continua. Hay quien fiaba toda su suerte a encomendarse a cualquier amuleto a última hora, pero los que ponían las notas tenían memoria y tanto el comportamiento como el trabajo diario primaban a la hora de calificar el curso en global. El temido cuaderno de notas del gobierno local sigue teniendo más asignaturas en rojo que en azul. Más “necesita mejorar” que “progresan adecuadamente” y más llamadas de atención que ánimos y felicitaciones.
Se acaban las fechas más mágicas del año (deslucidas por cierto como nunca este año) y volverán, en un par de días, las frenéticas preocupaciones que se siguen acumulando, desafiantes, desde el fondo del cajón del alcalde, al techo de su despacho sin que nadie les dé salida porque están siendo devorados por los incendios que ellos mismos provocan.
El carbón que les han traído desde Oriente (por aquello de la absorción del grupo chino de Eptisa al que ahora le cargan todas las culpas del mundo. Supongo que hasta del cambio climático y de que les haya llovido en las uvas de mediodía...) es el fiel fruto de lo que han cosechado. Ni más ni menos. Si en mayo mandas un crucigrama a la Xunta con más errores que palabras y el gobierno autonómico, atónito, enumera la retahíla de meteduras de pata impropias de un exasesor jurídico de Urbanismo convertido en alcalde, lo que tienes que hacer es resolverlas a la mayor brevedad posible para que no pase de ahí. Pero no. No lo hizo. Lo que hizo fue esconder y ocultar ese cuaderno de notas plagado de suspensos durante meses. Concretamente hasta que este periódico publicó en grandes titulares que lo tenía “secuestrado” y callaba conscientemente. Un gobierno que niega la mayor y que mantiene bajo llave y candado el documento más importante en materia urbanística es un gobierno incompetente. Y lo es porque solo cuando explotó el bombazo informativo y se vio entre la espada y la pared le sopló el polvo de la carátula y le entraron las prisas. Más de medio año de puro retraso con el sello inconfundible de Alberto Varela le han llevado al alcalde a tener ahora prisas.
Leo, atónita, que ahora “les urge seguir con la suspensión de licencias de áreas comerciales”. ¿¿Seguir?? ¡Pero si ya no existe porque no han sido capaces de aprobar inicialmente el PXOM! Lo único que siguen haciendo es vender humo. Nos han convocado a una reunión para que parezca que han hallado la gran solución y que la gente crea que se pasan los días y las noches en vela buscando alternativas. Pues ya les digo yo que no. Que ojalá, pero que ni de lejos.
¿Si Usted tuviese la responsabilidad de tener el PXOM (y la suerte de que no haya un conflicto laboral como el de Lantero que lo bloquee) no pediría informes jurídicos para estar más respaldado? ¿No diría públicamente que cuando la Xunta le quita los colores va a mover Roma con Santiago para solucionarlo? ¿No tardaría menos de seis meses en convocar a la oposición para que le eche una mano y trabajar en conjunto? ¿No se daría cuenta de que cualquiera hubiese llegado, con los ojos cerrados, a la falsa victoria que ahora quieren vendernos?... 
Pues si Usted ha respondido SÍ a cualquiera de estas preguntas, está más autorizado que este alcalde para llevar el timón en el asunto del PXOM.
Recuerdo cómo en la campaña de 2015 alguno se jactaba de que el PXOM era poco menos que un juego de niños y que dejaría a las anteriores corporaciones como meros aficionados al Urbanismo (por cierto, en un Concello históricamente gobernado por distintos PSOEs). Pues fíjense que a menos de año y medio para volver a votar, se ha disparado en el pie y se le ha vuelto en contra. Ni los de antes eran tan aficionados ni él tan superior. Fallar en el área en la que presumes de experto tiene el agravante de que todo el mundo aplica una sencilla regla de 3: “Si mete la pata donde dice que sabe… ahora entendemos por qué falla en todo lo demás”. Nada que añadir.

El carbón del PXOM

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