Gracias, presidente

l viernes, los que formamos parte de la gran familia del PP de Vilagarcía, tuvimos un día grande. Compartimos una jornada que tardaremos en olvidar y confío en que sea el primero de los muchos momentos ilusionantes que nos quedan por disfrutar. Recibir en tu casa al número 1 de tu partido en Galicia y que todos nos hayamos sentido tan cómodos es gratificante e ilusionante a partes iguales, además de un orgullo enorme.
El Presidente Feijóo es un político excepcional. Compartir mesa y vivencias con él, con el Presidente Rueda y con el Presidente Gallego es un máster en política que hay que absorber para seguir mejorando. Es envidiable la capacidad de análisis exhibida de la situación global de los grandes problemas de Galicia y de España y al minuto siguiente ser capaz de comprar chucherías en el Carrito de Plaza de Galicia (que hay pocas cosas más de Vilagarcía que eso, por cierto) con la misma naturalidad. Y ambas posturas, la del político con sentimiento y capacidad de estadista y la de persona cercana y afable, las funde Feijóo con maestría para que no se sepa bien dónde empieza una y dónde acaba la otra. Es espectacular.
La visita sirvió para muchas cosas. Para que el nombre de mi Presidente, Alfonso Gallego, siga adquiriendo galones de presente y futuro en Vilagarcía; para que la familia del PP en la ciudad se volviese a reunir y para ver de nuevo la sede de Castelao como hacía mucho tiempo que no estaba: a reventar. Hay algo invisible en el aire, en el ambiente, que solo se puede percibir cuando muchas personas empujan hacia el mismo lado. A eso vuelve a oler la sede del PP. A ilusión, a trabajo, a equipo, a músculo, a triunfo, a partido...
Hacía mucho tiempo que mucha gente no pisaba la que siempre ha sido su casa. El Partido Popular es el partido más grande de España y en Vilagarcía, también lo es el de la ciudad. El viernes se ha puesto la primera gran piedra del largo camino que se nos presenta por delante. Confieso que ver caras nuevas, de gente joven y de gente experimentada, haber recordado viejas fotos y anécdotas y ver brillar los ojos de algunos como antaño es el mejor comienzo que se me ocurre para una aventura como esta.
El otro día vi a la gente cómoda, con ganas de pasar algunas páginas del principio del libro, y encargar tinta para escribir las muchas hojas en blanco que nos restan por dibujar juntos. Se nos pidió en 2015 autocrítica y la hemos hecho. Se nos pidieron cambios y se han hecho. Se nos pidió generar ilusión y la ilusión ha llegado por la puerta grande. Se nos pidió trabajo y no hemos parado, ni lo vamos a hacer. Se nos pedirán resultados y nos vaciaremos para lograrlos, de eso estoy completamente segura.
Dicen que en la política, como en el deporte, el equipo lo es todo. Siento que estoy en el mejor equipo de la competición. Que no hay color. Que con trabajo, seriedad y la verdad por delante se llega al fin del mundo. Curar heridas del pasado habiendo aprendido la lección es fundamental para no volver a cometer los mismos errores. El equipo renovado que vino a conocer el Presidente Feijóo es el que llevará en volandas a esta formación a reconquistar las metas que ya tuvo y si los ciudadanos quieren, la que vuelva a gobernar Vilagarcía en una versión mejorada. La experiencia es un grado y ahora tenemos la fusión perfecta entre veteranos y nuevas formas de pensar.
Quiero dar las gracias a TODOS y cada uno de los que han ayudado a que el acto de la visita del presidente haya marcado un antes y un después. A todos los que han venido, a todos los que entienden que juntos sumamos mucho más y somos mejores. A todos los que quieren que volvamos a ser protagonistas. A todos los que ayudan y ayudarán en el futuro.
A todos: GRACIAS. Y al presidente Feijóo, y hablo por mi Presidente Alfonso Gallego y por todos los demás: Gracias de nuevo y Prometido: nos vamos a dejar la piel en este proyecto!... 
 

Gracias, presidente

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