Nuevos tiempos, nuevos retos

Se me presenta una tarea ilusionante y de mucha responsabilidad: ser la voz del PP de Vilagarcía en Ravella. Alguien me decía estos días que se me ve feliz… y sí, es cierto, me satisface enormemente que piensen en mí para esta tarea, pero también es muy cierto, que aunque no se note exteriormente, siento mucho respeto ante lo que va a ser mi nuevo papel en el Partido Popular. Los que me conocen saben que trabajo y dedicación no van a faltar, ahora espero que tampoco falte acierto.

Quién me iba a decir a mí, hace más de 30 años, cuando me afilié a Alianza Popular, que iba a ser Teniente de Alcalde de mi ciudad y Portavoz Municipal. Aquella adolescente inquieta que se afilió, desde luego por ideología, pero sobre todo por vocación de servicio público, afronta ahora desde la madurez una etapa nueva llena de proyectos que nos llevarán sin darnos cuenta a otra campaña electoral que afrontaremos con la seguridad de que Vilagarcía se merece que recuperemos el sillón principal de Ravella.

En estos 30 años he vivido muchas etapas con llegadas y despedidas de diferentes presidentes y portavoces; campañas electorales con aquellas caravanas de coches recorriendo la provincia; aquellos mítines en el Cine Fantasio y todo esto en 5 sedes diferentes. Los que compartimos aquellos tiempos, sabrán de lo que hablo. Hemos compartido varios congresos locales, desde los más tranquilos hasta los más convulsos, pero siempre tras las siglas de mi partido en una discreta pero comprometida segunda línea.

Así llegamos al año 2011 a un 22 de mayo en el que Santa Rita nos acompañó a la alcaldía de Vilagarcía y ahí sí, ahí empezó la primera línea de batalla. En el peor momento de la crisis afrontamos dirigir el futuro de nuestra ciudad. Encontramos un Ayuntamiento prácticamente en la ruina, un presupuesto esquelético y prorrogado desde hacía 3 años, con el que lo único que pudimos hacer fue intentar sanearlo para poder pagar los 8 millones euros en facturas impagadas que se apilaban en Tesorería. Facturas además que correspondían en su gran mayoría a pequeños proveedores locales que veían sus negocios en peligro por la morosidad del Concello de Vilagarcía, entre otros. Con esos mimbres y muchas ganas nos remangamos y nos pusimos manos a la obra. Lo fácil hubiera sido seguir con la corriente de irresponsabilidad adquirida del gobierno anterior y decir que sí a todo, aunque después no se pagaran las facturas, pero decidimos, en infinitas reuniones, explicar a muchas asociaciones culturales, deportivas, empresarios y ciudadanía en general, que había que hacer un esfuerzo colectivo para sacar al Concello de ese agujero profundo al que nos había llevado el bipartito PSOE-BNG, con una sola excepción en la que todo el grupo coincidíamos: el presupuesto de Servicios Sociales se blindaba, las personas que más ayuda necesitaban nos iban a tener a su lado y así fue. Con 6 millones menos de presupuesto logramos aumentar la partida dedicada a Política Social progresivamente hasta conseguir, a lo largo del mandato, llegar a un aumento del 22% en el año 2015.

Me siento muy orgullosa de nuestro grupo popular municipal. Hemos sido honestos y responsables durante los 4 años de gobierno y serios y constructivos en estos más de dos años ya de oposición. Nuestro grupo es el único de la corporación en el que todos los concejales intervenimos en el pleno, ya lo hacíamos en gobierno y seguimos haciéndolo, porque consideramos que es la mejor fórmula, además de tener el convencimiento de que todos estamos capacitados para ello. Eso me da la tranquilidad de saberme muy arropada por un gran equipo que me va a hacer la tarea mucho más fácil. Y me siento arropada también, y por eso doy las gracias públicamente, por mi Presidente, Alfonso Gallego, por toda la confianza que deposita en mí, que la devolveré con creces desde el minuto 1 en mi nuevo rol.

Termino esta carta, como no podía ser de otra forma, con un reconocimiento a Tomás Fole, con el que llevo colaborando de cerca desde su llegada al PP, hace ya 14 años. Contagiándonos su personalidad positiva y entusiasta consiguió convencernos de que podíamos llegar a la alcaldía, y así fue. Somos compañeros además de amigos y yo me alegraré siempre de sus éxitos así que ahora que sus crecientes responsabilidades en el Congreso de los Diputados le hacen dedicarse de lleno a su tarea en Madrid, me toca asumir la portavocía que él ostentaba echando mano de todo lo que aprendí de él.

A mi partido le ofrezco trabajo, dedicación y lealtad. A mis vecinos y vecinas les ofrezco disponibilidad total para ser la voz de sus propuestas en el pleno. A mis compañeros de grupo les pido que sigan apoyándome como hasta ahora y a mi familia les pido más paciencia. Gracias al Partido Popular por confiar en mí, Ravella nos espera!!!

 

Nuevos tiempos, nuevos retos

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