El peligro de los pasos para ciclistas

El tiempo vuela. Corre, en bicicleta. Desde finales de octubre llevamos esperando a que el gobierno local, con el alcalde a la cabeza, cumpla su obligación de responder a nuestra petición formal de conocer los informes municipales sobre los discutidos pasos para ciclistas. Hagamos memoria: el PSOE pintó varios de estos pasos en diversos puntos de la ciudad. El objetivo era facilitar el tránsito en este medio de locomoción a todos los que lo utilizan a diario o puntualmente. Ningún problema. Tanto es así que ya lo intentamos nosotros en el pasado mandato.
¿Y por qué entonces ellos sí lo han hecho y nosotros no?, se puede preguntar cualquiera. Pues porque hay que hacer las cosas bien.  La gran diferencia es que nosotros consultamos con la Policía Local, pedimos un informe y ese informe nos dijo que en los lugares que hoy en día están señalizados, era inviable. Que no se puede. Que muy buena idea, pero que no porque hay que proteger a peatones, ciclistas y conductores y que en caso de hacer oídos sordos, los responsables (más bien irresponsables) seríamos nosotros. ¿Y qué han hecho ellos? Pues no pedir los informes y pintarlos “a la brava”.
Nunca me cansaré de repetir que en la vida hay que ser responsables y más cuando administras bienes comunes y tienes que vigilar la integridad de tus vecinos. El 19 de octubre solicitamos formalmente en el Rexistro Xeral del Concello copia de ese informe (que ahora ya existe) porque tenemos el convencimiento que las leyes no han cambiado y si no valía para nosotros simplemente no puede valer para ellos. Pues desde ese día llamamos, escribimos y subimos día sí y día también a por el informe. Y he de reconocer que nunca hubiese imaginado que quien gobierna un Concello como el de Vilagarcía diga siempre que justo se había olvidado, que mejor para la semana siguiente o lo que es más cruel: mentir en sesión plenaria prometiendo en público lo que se niega después en privado.
Decía el hoy alcalde Varela en la campaña de 2015 que “Vilagarcía se merece un alcalde que no mienta”. Ya escribí aquí una vez que estaba muy de acuerdo con él. Lo que pasa es que su peor enemigo es él mismo y su actitud de no ser fiel a la verdad.
Estamos intrigados por conocer el contenido de ese informe, que por las excusas, retrasos y artimañas exhibidas debe ser demoledor en su contra. La verdad es que yo me moriría de vergüenza si le tengo que decir al principal grupo de la oposición durante dos meses que me olvido porque entre otras cosas le recuerdo que los concejales tenemos derecho a consultar toda la documentación de cualquier expediente, aparte de estar negándome algo que me contestó públicamente que me daría de inmediato, a una pregunta mía en el pleno.
Los pasos para ciclistas que pintó este gobierno están mal pintados. Insisto en que la intención es buena y por eso ya lo intentamos nosotros. Defenderemos el uso de la bicicleta hasta donde haga falta, pero poner pasos de ciclistas con una capa de pintura que se convierte en una pista de patinaje cuando caen cuatro gotas no se le ocurre a nadie que haya ido en bici una sola vez. Es peligroso y hay que resolverlo. Que no haya habido accidentes no significa que no vaya a haberlos. Yo no dormiría tranquila si mando pintar una trampa así y después de que todo el mundo lo tenga claro no mando arreglarlo. Apoyar a la bici es conectar esos pasos para ciclistas con carriles bici. Es no haber diseñado un carril bici que muere contra un muro. Es anteponer la seguridad de nuestros hijos en cada paso, nuestros ciclistas, nuestros conductores y sobre todo nuestros peatones, porque todos al fin y al cabo lo somos. Jugar a poner trampas en la ciudad ni es serio ni responsable. El riesgo hay que dejarlo para los especialistas de cine. Para el día a día, mejor la seguridad. Y si algo no se sabe, que se lo pregunten a los expertos en seguridad vial (que ya le han dado una lección). O mejor, que se lean el informe de la Policía, y lo enseñen. Probablemente ahí tenga la razón para reconocer que juegan con nuestra seguridad y el motivo para resolver esta gran metedura de pata.
Le pido ahora, a través de esta carta, después de haberlo hecho por registro, por teléfono y en persona infinidad de veces, que cumpla con su obligación y me entregue el o los informes que haya sobre este asunto, porque si él ejerce un gobierno irresponsable, nuestra pretensión es  hacer una oposición responsable.