De sapos que se convierten en sapos

Lo vivido en el pleno de este pasado jueves en el Concello de Vilagarcía es la confirmación de que en esta corporación hay un pacto de gobierno entre el PSOE, BNG y el concejal expulsado de Esquerda Unida, que no nos quieren contar. De otra forma no se explica lo sucedido allí:
Se presentaban a debate varios asuntos económicos, entre ellos, la continuidad del servicio público de la limpieza viaria.
La limpieza de las calles en Vilagarcía la está haciendo actualmente una empresa, cuyo contrato finaliza el próximo 2 de julio sin posibilidad de prórroga. Pues bien, al gobierno local una vez más le cogió el toro y en tres años que llevan los socialistas en el despacho grande de Ravella fueron incapaces de redactar un pliego y sacarlo a concurso en tiempo y forma. Esto les obligó a llevar a pleno la aprobación de la continuidad de la empresa hasta la redacción de un nuevo contrato, que probablemente no sean capaces de rematar ni en el año que queda de legislatura.
Al escuchar las intervenciones del BNG y del concejal expulsado de EU, en las que mantenían su defensa de lo público y recriminaban al gobierno el retraso en la gestión, pensé que por fin iban a ser coherentes y votarían fieles a sus principios. Pero no, no había ocurrido el milagro y una vez más nos demostraban su fidelidad, pero en este caso, al gobierno local. Por encima de todo, por encima incluso de su propio discurso iban a apoyar, otra vez, la propuesta socialista. Votaron a favor de que una empresa privada gestione un servicio público en Vilagarcía. Eso sí, con la cabeza baja y muy poca satisfacción  porque en este caso, el sapo que les estaban haciendo tragar sus jefes de tripartito era demasiado grande hasta para ellos.
Me gustaría saber qué opinan los votantes del BNG ante el posicionamiento de sus representantes en la corporación y no te digo nada lo que me gustaría poder ver la cara de las personas que apostaron por la lista de Esquerda Unida y que ahora ven que sus votos sirven para apoyar la NO remunicipalización del servicio de limpieza
Los pactos y las negociaciones son totalmente lícitos. Nosotros hicimos uno al inicio de esta legislatura para desatascar la organización municipal, eso sí, con luces y taquígrafos. El problema viene cuando se ocultan, cuando no nos quieren contar las condiciones de ese pacto. Ese oscurantismo hace desconfiar ¿Por qué las tres patas de este tripartito no lo quieren reconocer? ¿Cuáles son las contrapartidas de ese acuerdo? ¿Qué hay de la tan demandada transparencia?
Nadie se cree que salga gratis que el BNG y un concejal que proviene de Esquerda Unida se coman el sapo de votar a favor de que una empresa privada gestione un servicio público. Ahora sólo falta que nos cuenten el precio, que por cierto, es posible que estemos pagando todos.

De sapos que se convierten en sapos

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