Tiempo de propósitos y deseos

Y mañana las uvas. Un año más, un año menos… Un año más de experiencias, de vivencias, de llantos y de risas. En lo personal, 2018, especialmente al final, fue un año de pérdidas, se fueron personas cercanas a las que echaré mucho de menos y otras a las que personas que quiero echarán en falta, pero hay que agarrarse a lo que queda, que es mucho y muy bueno.

En lo político este que termina ha sido un año intenso, lleno de cambios y de adaptación a ellos, en el que he tenido que asumir un nuevo rol: el de portavoz de mi grupo municipal. Haciendo balance me siento razonablemente satisfecha, sobre todo por el apoyo de mis compañeras y compañeros. Entre todos tuvimos que aprender a trabajar de una forma diferente para seguir haciendo una oposición firme y responsable, aunque algunas veces moleste. Entiendo que tener a un grupo, como el del Partido Popular, que es el altavoz de la ciudadanía y que está encima de todos los temas, pueda llegar a ser incómodo para un gobierno como este, pero a unos los vecinos con sus votos les encargaron gobernar y a otros nos encargaron fiscalizar la gestión del gobierno. Todos debemos esforzarnos por hacerlo lo mejor posible. Nosotros estamos en ello, no sé si los demás pueden decir lo mismo.

Es el momento de los propósitos y de los deseos. Yo me propongo trabajar más por el bien común de los vilagarcianos y reclamar con más firmeza lo que considero mejor para mi ciudad. Me propongo hacer llegar nuestras propuestas de cambio a más vilagarcianos y dedicar más tiempo todavía a escuchar a mis vecinos y vecinas para después trasladar sus demandas a quien corresponda. Como deseos pido que se terminen las existencias de hormigón y las de colorante ocre. Ruego que no nos pongan más luces de colores como las de la fuente de la Plaza de Galicia o las recién colocadas en la base del Obelisco. No más lucerío de colores, por favor!!!

Bueno, y puestos a pedir, pido que no pongan el transformador en los bajos de la futura escuela infantil de Vilaxoán, que no destrocen la Plaza de la Independencia, que arreglen la “desfeita” de Alejandro Cerecedo (que a ver cómo hacen porque ya está toda pagada), que el Arousa Fútbol 7 se juegue en Vilagarcía, que se actúe en el Parque de A Coca, especialmente en su parque infantil, que se retire la pista multideportiva que nadie quería en A Tomada, que se adecente la zona y que se recupere el único campo de fútbol de Carril. Deseo andar segura por mi ciudad, que no sea una tortura entrar a Vilagarcía en coche, que haya un compromiso real de que vamos a poder coger el AVE a Madrid desde nuestra estación, que se abran las puertas de los despachos de Ravella, que pasear por el rural sea un placer y no un deporte de riesgo, que los niños y niñas con dificultades tengan columpios adaptados en todos los parques infantiles. Casi pediría que este gobierno local se limite a mantener limpio lo que tenemos y que no inicie más obras de esas que nos cuestan una pasta y que no quiere nadie, porque al final de este mandato nos vamos a encontrar un municipio mucho peor de lo que estaba hace 4 años.

El 2019 se presenta ilusionante. Va a ser un año decisivo para el futuro de nuestra ciudad. Nosotros, en el Partido Popular de Vilagarcía estamos preparados. Tenemos un nuevo equipo con Alfonso Gallego a la cabeza, lleno de ganas, de nuevas ideas y de nuevas formas de ponerlas en práctica. Llevamos tiempo visitando las parroquias y sus aldeas, observando y sobre todo escuchando propuestas para mejorar las cosas.

Tenemos toda la ilusión para poner en práctica proyectos importantes para Vilagarcía y estamos deseando poder presentarlas y llevarlas a cabo. Ya sólo quedan 5 meses para que se cumplan nuestros deseos… Feliz salida y entrada de año para todos.

Tiempo de propósitos y deseos

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