Un alcalde que no invita

Hace siete días escribía en esta misma sección sobre el hecho, cada vez más extendido entre la ciudadanía, de que este alcalde no recibe a los vecinos. Durante esta última semana han sido muchos más casos los que han llegado a mis oídos y todos en la misma dirección. Casi a modo de serial hoy aprovecho este espacio para contar otra parte de la historia, otra carencia y otro capricho del regidor y su equipo. Este gobierno local no invita al resto de la corporación a determinados actos. Y no lo hace por dos posibles razones: O porque no les interesa que vayamos o porque ellos no quieren ir y no soportan que los demás sí lo hagamos. ¿Ejemplos? Dos de máxima actualidad: La ofrenda floral o la procesión de San Roque. El Concello es el responsable de la organización de los actos, pero es irresponsable a la hora de invitar a los concejales.
Hay muchos más ejemplos de muchas más citas. Por más que actualizamos nuestros mails y preguntamos a los demás grupos de la oposición, nunca llega la convocatoria. No quieren que vayamos. No interesa que vayamos. Pero nosotros, el PP digo, hacemos lo posible y lo imposible para no faltar ni a las citas ni al respeto a nuestros vecinos. Si algún día no hemos ido, créanme que ese día no tuvimos invitación. Somos los que siempre vamos, porque lo hicimos mientras fuimos oposición, porque lo seguimos haciendo cuando fuimos gobierno y porque desde el minuto 1 de este mandato, seguimos siendo consecuentes. Porque creemos en ello y porque las trabas, el juego sucio y la mala intención del PSOE no lo van a impedir.
No invitar al resto de representantes municipales a las fiestas del municipio no es una jugada maestra para que parezca que a la oposición no le interesan las fiestas. Es una puñalada trapera en las ilusiones de los vecinos y comisiones organizadoras de los festejos. Solo de retorcidas mentes brotan retorcidas ideas y ahí parece que vivimos, en una retorcida realidad en la que se acaba dañando a la gente por intentar dañar a rivales políticos… ¡qué lástima!
Imagínense que quien les gobierna fuese el famoso perro del hortelano del refrán, que ni come, ni deja comer; ni gobierna ni deja gobernar; ni invita ni acude a los actos para que en ese clima de desapego ciudadano todos parezcamos iguales. Pues no lo logran.
Sabemos de buena tinta que en muchos actos les ha sentado como una verdadera patada que sí hayamos acudido. Cuando tienes un plan y te falla, te molesta. Lo malo es que este gobierno tiene una escopeta de feria en toda regla y es raro el día que aciertan al palillo y tienen premio. La fiscalización de la oposición al trabajo del gobierno también tiene en cuenta estas fiestas. Es lo que tiene saberse el calendario de memoria después de años pateando la calle.
Y ahora que se acercan las elecciones podrán comprobar como, de repente, al gobierno socialista de Ravella que no ha ido a infinidad de actos, de todo tipo, durante tres largos años, se desviven y hasta se darán codazos entre ellos por salir en las fotos. Los mismos que han menospreciado a las comisiones desde el principio, los que han minusvalorado las fiestas y tradiciones y los mismos que poco menos que han ridiculizado el sentir religioso de nuestros vecinos, ahora, probablemente les verán en primera fila, y si hay pincho, mejor…
Tener un alcalde que no recibe a los vecinos es negativo. Tener un alcalde que no acude a los actos, salvo cuando se acerca la campaña electoral, es gravísimo. Pero tener un alcalde que niega que los demás sigamos yendo año tras año es ruin y mezquino. Aprovecho para dar las gracias a todas y cada una de las comisiones y personas que hacen posible que Vilagarcía tenga las fiestas que tiene, desde la más grande a, sobre todo, las más pequeñas. ¡Muchísimas gracias! Les invito a que sigan protegiendo sus tradiciones, ¡¡a pesar de este gobierno!! ¡Ya queda menos para el cambio!

Un alcalde que no invita

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