El PP y la censura de Vox

Vox es un partido nacido del desencanto de muchos votantes del PP ante lo que consideran tibieza o falta de coraje político por parte de Mariano Rajoy frente el desafío de los separatistas catalanes. Es verdad que Vox no nació de la noche a la mañana pero, ya digo, el detonador para el primer triunfo electoral fue el clima creado por la cuestión catalana. A aquel éxito y el posterior en las últimas elecciones legislativas no fue ajena la campaña de liderazgo desarrollada por Santiago Abascal cuyos discursos radicales prendieron en el ánimo de muchos votantes del PP a los que les costó poco cambiar de siglas porque en el camino se encontraron con antiguos compañeros de viaje, entre otros el propio Abascal.

Sirva este apunte para reflejar el problema que se le plantea a Pablo Casado a la hora de decidir la posición del PP en la votación que sancionará la moción de censura presentada por Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Lleva este asunto entreteniendo a los medios de comunicación por lo que supone de dilema para Casado. Con la aritmética parlamentaria actual la moción está condenada al fracaso, pero coloca al PP en una posición incómoda. Si vota que “no” sería tanto como dar por buena la tantas veces señalada como nefasta gestión del Gobierno Sánchez; si opta por el “sí” se colocaría a remolque de Abascal otorgándole el liderazgo de la oposición.

Es una trampa política diseñada por los dirigentes de Vox precisamente para poner a Casado en un aprieto. Del que puede salir, a medias, optando por la abstención. Posibilidad que en un rasgo de cinismo sin precedentes le ha sido recomendada nada menos que por el ministro y secretario de organización del PSOE José Luis Ábalos, el mismo que en su día se dirigió a la Cámara para explicar por qué los socialistas se abstenían en la votación de la moción de censura presentada por Pablo Iglesias contra el Gobierno de Mariano Rajoy.

Volviendo al núcleo de la cuestión, entiendo que el PP se abstendrá en la votación porque necesita airear sus diferencias políticas con Vox. Y la tribuna del Congreso es un buen escaparate. Probablemente, Casado aprovechara la ocasión para señalar los errores del Gobierno y el error que entraña plantear un moción de censura a sabiendas de que no pude prosperar lo que ,de hecho, permitirá a Pedro Sánchez y a sus medios afines presentarse ante la opinión pública como si hubiera superado una cuestión de confianza. Tal como están las cosas, contra Vox, Sánchez, gana. 

El PP y la censura de Vox

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