Plantar al rey no es buena idea

Algunos cargos públicos catalanes, con claro sesgo independentista, han decidido ‘dar un plantón’ al Rey en la cena inaugural en Barcelona del Mobile World Congress este domingo. La escasa relevancia de estos cargos de segunda importancia no resta significación al desplante. Mal asunto cuando el jefe del Estado en una nación cualquiera es sometido a constantes pruebas, llámense pitidos y abucheos en un partido de fútbol o forzando el recorrido en una feria internacional de arte para no encontrarse con alguna representación indeseada.
El jefe del Estado en una democracia ha de ser una figura ‘supra omnia’. Es decir, por encima de todos y al que se debe salvaguardar como garantía de que las cosas discurren normalmente. 
Y ese es el problema. Que hay muchas fuerzas -no solo necesariamente los independentistas catalanes- que no quieren que las cosas discurran normalmente. 
Que prefieren situarse fuera del sistema o en los límites del mismo. Y entonces cada paso que da un Estado a favor de su consolidación es boicoteado, dificultado o ridiculizado. Cuando, para colmo, los representantes de ese Estado vacilan en lo que es el cumplimiento de sus deberes, se produce una situación previa al caos. Que es precisamente a donde no queremos llegar.
Creo que ya no debemos permanecer neutrales ante el dilema Monarquía/República. Ahora, la consolidación de la figura del rey, cuando algunos pretenden crear repúblicas en lo que fueron, son y espero que serán, autonomías españolas, es más necesario que nunca reforzar el papel que ha de jugar Felipe VI. 
Me alegra enormemente que el Rey haya decidido ‘reaparecer’ en Barcelona. Pienso que debería ir mucho más a aquellas tierras, donde la imagen de Felipe VI dista mucho de ser la que usted y yo tenemos desde hace tiempo: allí, sí, es peor. Hay que irlo remediando. 
Y si algunos descerebrados, que no admiten la derrota que ya han cosechado por su inepcia política, quieren hacerle el boicot, allá ellos. Felipe VI, acaso el mejor rey en la Historia de España, desde luego uno de los que ha tenido que bregar con más dificultades, no es el problema; puede ser, si le dejan, si le dejamos, la solución. 

Plantar al rey no es buena idea

Te puede interesar