El timo de la estampita

Lo de los “viernes sociales” de un Gobierno incapaz de alcanzar acuerdos estables para gobernar es un ejercicio de fariseísmo político y una manera de hacer campaña electoral con pólvora ajena, el dinero de los ciudadanos, y jugando de farol. Se trata de aprobar medidas que beneficien a determinados colectivos sin importar el aumento del gasto y aprovechando el altavoz que proporciona la Moncloa. Si gana y puede gobernar, habrá rentabilizado el riesgo. Si pierde y pasa a la oposición, los que ganen tendrán que apechugar con medidas que ni tienen respaldo económico ni el necesario apoyo parlamentario ni han sido negociadas con nadie. Pero, entre tanto, hacen guiños interesados: “Nosotros te hemos beneficiado. Vótanos”. Incluso, lo anuncian un par de días antes del Consejo de Ministros para disimular.

La última medida social, todavía quedan más, es como el timo de la estampita pero en moderno. Se trata de favorecer el regreso de los jóvenes que tuvieron que marcharse al extranjero por la crisis. Se llama, oficialmente, Plan de Retorno a España y suena ambicioso. La idea es buena, aunque no hay que hacer un drama de que muchos profesionales tengan que salir de España. Lo van a hacer más cada día y en el futuro será normal. El asunto es que se vayan voluntariamente y, sobre todo, que tengan la oportunidad de volver si lo desean. Y que tengamos una política que permita rentabilizar la inversión que los españoles hemos hecho en la formación de estos profesionales, subvencionando su paso por la Universidad en un 70-80 por ciento.

Pero ¿qué es lo que hay de verdad en esta Operación Retorno? Sanchismo en estado puro. Tomen nota. Son 50 medidas divididas en seis grupos. Copio textualmente la referencia del Consejo de Ministros: “Apoyo para definir el proyecto profesional, ayuda para planificar la vuelta e instalarse, creación de espacios para la participación hasta la creación de un espacio positivo (textual), acompañamiento psicológico, gestión colaborativa y evaluación continua del Plan·. Intervienen ¡diez ministerios! Y los servicios que se prestarán van desde la “Ventanilla única del retorno” (textual) al Servicio de Mediación Laboral y “Buscador de empleo”.

El Gobierno calcula beneficiar a 23.000 personas para lo que ha presupuestado la impresionante cantidad de ¡24,2 millones! Es decir que los que aspiren a regresar a España, instalarse, tener un puesto de trabajo digno y poder vivir van a recibir una media de 521,3 euros al año en 2019 y lo mismo en 2020. No me extraña que estén que no se lo creen. Tampoco me extraña que la única medida concreta que el Gobierno se haya atrevido a anunciar sea la de tarifa plana de 60 euros mensuales. ¡Barra libre! Y tampoco debe extrañar que muchos de esos 23.000 necesiten, si vuelven, “acompañamiento psicológico” y “gestión colaborativa” para buscar al “Buscador de empleo”. El timo de la estampita vendido desde el Gobierno como el plan retorno. Por cierto, 70 de nuestros más brillantes doctorandos llevan cinco meses de retraso esperando poder firmar su contrato porque el Ministerio de Ciencia no tiene o no libera los 5,6 millones comprometidos para que les den 900 euros mensuales durante cuatro años. ¿Tendrán que irse de España para acogerse al nuevo plan?

El timo de la estampita

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