DE TESTIGOS UNIFORMADOS Y ARMADOS

Tras la publicación de la Constitución muchos de nuestros jueces comenzaron a impedir a los agentes de la autoridad que en sus intervenciones judiciales portasen las armas reglamentarias; costumbre que se fue imponiendo hasta que de un lustro a esta parte se vuelve a retornar al pasado, y el acusado observa atemorizado desde el banquillo como el testigo policía declara contra él de la misma guisa con que lo detuvo. Un deja vu de la justicia del Oeste americano del siglo XIX que Jhon Ford reflejó genialmente en las películas en que el sheriff Jhon Wayne testificaba revolver en ristre ante el jurado.
Al respecto, el Grupo Mixto presentó recientemente una loable proposición no de ley en orden a que los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no porten armas en sus comparecencias ante los Tribunales de justicia paro no intimar al resto de partes y testigos; ni vistan el uniforme del cuerpo al que pertenecen cuando actúen en calidad de parte en un proceso judicial para que su presencia se produzca en igualdad de condiciones con el resto de los ciudadanos que formen parte del proceso, ya sea como testigos, denunciantes o denunciados.
Parece evidente, que si los agentes portan armas se produce una clara intimidación hacia el resto de los implicados en el proceso judicial que puede viciar las declaraciones de las partes y testigos, corrompiendo la igualdad de todos ante la Justicia; un principio esencial de la democracia que hay que promover y proteger.
Además de provocar otro pernicioso efecto: que el propio personal de las fuerzas de seguridad naturalice la portación, y se mantenga en estado policial permanente.
Una legalidad respetuosa de los derechos humanos debe evitar el uso de armas fuera de los actos de servicio. Desde luego, nunca en juicio, donde el agente policial se convierte en un ciudadano más. Aunque, dada la praxis judicial, hay que preguntarse si, cuando el agente comparece como testigo o parte procesal ante los Tribunales de justicia, está, o no, de servicio...

DE TESTIGOS UNIFORMADOS Y ARMADOS

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