Filosofía aplicada

La Filosofía, con mayúscula, entiende de los movimientos de la vida terrenal, su pensamiento y aplicación cotidiana en todos los órdenes que nos envuelve la causa de todo nuestro entorno social, económico, político y de pervivencia común, de hecho las matemáticas son una ciencia exacta y en concordancia con el ente filosófico. Nada se escapa a él intelecto de la filosofía, otra cosa es su provecho en el estudio y su practica en la vida en general y otra muy distinta su falta de conocimiento y su ignorancia sobre el tema que nos mueve.

Hoy en día la política esta llena de personajes dedicados a este delicado estudio práctico, sin la menor idea de lo que traen entre manos y menos cuentan con calidad de estudios para afrontar las reformas, variantes económicas y políticas que España precisa. No hay forma de hacer nada con esta hornada de políticos que abusan de su estado social, pero no aportan ninguna solución a la sociedad, es una pena ver un país tan denigrado como el nuestro por nuestros propios políticos y con una baja intelectualidad académica, ¿Cómo se puede poner a este bagaje algo de filosofía aplicada?

La pregunta quizás no sea nueva, pero está ahí sin respuesta, los ciudadanos son los máximos culpables de que se dé esta calamitosa situación, porque  eligen a sus políticos populistas en las urnas, hay que hacerlo con sentido y responsables de lo que se decide por el futuro de nuestro bien, el de nuestras familias y el de los que han de venir, nuestros hijos y nietos. Por lo tanto en filosofía, la responsabilidad es compartida, entre electo y elegido.  

Quizás sea conveniente recordar que algunos de nuestros políticos, son tan falsos que no distinguen que lo que piensan, es lo contrario de lo que dicen. Sin lugar a dudas los intelectuales son reaccionarios, pero quizás lo sean más todavía aquellos que presumen de progre. Sin olvidar que el político que cesura a los demás, se está alabando de forma indirecta asimismo. En la familia política como en cualquier otra. Los bribones y los necios, son unas plantas que se dan en cualquier terreno y sin olvidarnos que en las disculpas que nos dan políticamente, todos los demás son culpables, excepto el propio causante.

En política existe mucha maledicencia, por lo que la malicia de unos, nace casi siempre de la estupidez de otros, mientras que el hipócrita no es más que un titán enano. El acusador que falsea la verdad y miente en ello, es como si tirase piedras y estas cayesen en su propia cabeza. Todo apunta a un hecho que no es casual pero hay un político en el ojo del huracán en que la ambición es una enfermedad incurable, cunde mucho y con nada se contenta. Lo mismo que la mentira, es como una bola de nieve, cuantas más vueltas da, mayor se hace.

Como bien apuntaba Platón, la pobreza no viene por la discriminación de la riqueza, sino por la multiplicación de los deseos, es algo que va escrito en los genes de las personas llenas de egoísmos. Los políticos nunca deben irritarse por una crítica, es reconocer que se la han merecido, de ello, sé aprende mucho. Mientras que la obstinación engendra todos los males. La filosofía es aplicable a  nuestra forma de vida en todo su aspecto. 

Filosofía aplicada

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