La Marea y sus presupuestos

como todo el mundo sabe, la Marea lanzó un órdago en toda regla con motivo de la aprobación de los presupuestos a su manera y se salió con la suya, sin apenas hacer ruido. La jugada, sin lugar a dudas, fue maestra. Lo que le podía haber costado la Alcaldía mediante una moción de censura, le permitió salir reforzada para seguir al menos un año más al frente del Consistorio coruñés.
No es que Ferreiro supiese jugar las cartas, pero las jugó en el momento adecuado y le salió bien. Los socialistas tienen una dura guerra interior y no se reponen de tanta calamidad, lo que divide cada vez más al partido, que está sin fuerzas para intentar meterse en otros asuntos, que no sean de momento arreglar el tejado. El partido se parece más a una ruina histórica que a una formación política que defiende los derechos de los ciudadanos que le han otorgado el voto y actúa de acuerdo con ese mandato de las urnas.
En definitiva, que Ferreiro situó los presupuestos en donde quería tenerlos y es un mérito suyo al asumir tanto riesgo al borde de un alambre sin sujeción para atravesar el cielo de María Pita. Pero supo entender lo que ocurría en casa de sus vecinos más próximos y el azar le acompañó, porque los socialistas, desvencijados y perdiendo cada vez más apoyos populares, van camino de dividirse en dos formaciones o quizás más. Posiblemente terminen por sucumbir ante los deseos de la formación morada.
Quienes acabará por merendarse al Partido Socialista, al igual que aconteció con Izquierda Unida, y los votantes se quedarán sin partido al que apoyar, porque un socialista, al igual que uno de la formación de Garzón, no votará jamás a la formación morada ni a ninguna otra, al no ir con sus ideales y estos son tan sagrados como el aire que respiran, mientras que los populares callan y esperan, sin saber muy bien a qué juegan, en tanto que el Bloque ni está, ni se le espera.
Por tanto en las próximas elecciones municipales, a dos años vista, habrá muchas sorpresas, nada será igual, ni tampoco parecido, eso sí, serán más reñidas y con nuevos actores de por medio. La ciudad ya tiene presupuestos, ahora Ferreiro tiene que demostrar su capacidad de ponerlos en marcha y dar fluidez a la inversión.
Su futuro en la Alcaldía pende de un hilo y también de lo que haga de ahora en adelante. La rémora de lo que no hizo hasta el momento está latente en el ánimo de los coruñeses y pesa como una losa, de modo que tiene que aligerar el peso, si quiere llegar en buenas condiciones a la siguiente cita electoral, para no verse en un apretado fracaso. Todo depende del cristal y del color con que mire Ferreiro sus opciones, que a estas alturas no son muchas. Queda tiempo, pero este cada vez se va agotando en la misma prisa que la Marea aprobó sus presupuestos, aún estando al borde del abismo. Solo que el PSOE, está todavía en una mayor inacción que la propia Marea y eso le da alguna ventaja ¿por cuánto tiempo?

La Marea y sus presupuestos

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