Relaciones políticas

Hoy no hablaré del resultado electoral, del que todo el mundo sabe como ha quedado la quiniela y el batí-burrillo que se precisa para formar gobierno y dar estabilidad al país, que tanta falta le hace, paz y sosiego. Después de todas las movidas intestinas que se tuvo en las últimas tres semanas, con la exhumación del anterior jefe del estado, la movida catalana y los resultados electorales de estos días, en cuyas sedes se están todavía barajando sus resultados, nada convincentes para algunos, después de la descomposición electora en las urnas, más por errores propios y afán de protagonismo que por la realidad de los votantes que lo han hecho en la anterior convocatoria y en la actual, en la que se dejó al descubierto que algunos líderes no son capaces de hilvanar los deseos de sus votantes, los fieles siguen su carrera, pero hay muchos más que lo hacen con la seguridad del momento en que se lleva a cabo la elección y varían su intención de voto a píe de urna.

Ahora veremos si hay lugar a que nuestros políticos en esta amalgama de siglas partidistas se logran entender como se espera de ellos que lo hagan por el bien de sus ciudadanos, no por su bien ciudadano. Toca coger los bártulos y ponerse a trabajar, el partido ganador de estas elecciones, debe respetar las reglas de juego y hablar con todos los partidos políticos, si están dispuestos a la gobernabilidad de España o si hay que, ir a nuevas elecciones para el verano que viene. Sería una paradoja y un fracaso total del sistema político español, tal como le conocemos hoy en día, lo que habría que afrontar un nuevo estilo electoral.

Si nuestros políticos son capaces de entenderse aunque sea por señas, bienvenido sea, pero que sean honestos a la hora de afrontar sus responsabilidades en la política y en los asuntos de estado, sin repartirse los sillones y en beneficio del pueblo que les ha votado, no pensando en las prebendas subyacentes del resultado y obviando los problemas del país en su conjunto y de la ciudadanía en general, ya que España, lleva mucho tiempo en funciones y los problemas se han ido acumulando de forma alarmante y esto perjudica y preocupa a todo el personal, es preciso un compromiso de Estado para sacar todo este rompecabezas adelante y poner las cosas en claro.

De todos modos Pedro Sánchez, es un político que debe cambiar su forma de intuir y abordar las soluciones de este país, coger el toro por los cuernos y poner las cosas en su sitio, empezando por hablar de política con la oposición, sin despreciar a ningún votante, no puede ir diciendo que solo pactará con los partidos de izquierda, esto le resta credibilidad al rechazar al resto del electorado constitucionalista, no puede invocar que no habla con populares y ciudadanos, porque pactan con la ultraderecha. Debido a que el propio Sánchez, lo hace con la ultra izquierda y el nacionalismo-independentista. Esto le resta razonamiento a su posición política y no se le ve neutral a la hora de afrontar la situación real de la política española. Es hora de soluciones y no de parches y aspavientos, España precisa de un gobierno que lo haga para todos los españoles, le hayan votado o no, es cuestión de ética moral saber hacer las cosas como piden sus ciudadanos.

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