Virus y petróleo

el coronavirus que azota China en particular y al resto de las naciones en general, está dando una tregua a los vaivenes económicos de las bolsas mundiales y en particular a la escalada de petróleo brent de uso en Europa, por lo que se están resintiendo todos los valores en su conjunto incluidas las materias primas por la alarma causada con la aparición de este nuevo brote vírico que ha puesto en alerta a la autoridad médica del orbe y también a los gobiernos mundiales. Como diría el castizo; “no hay mal que por bien no venga”.

Ahora hablaremos del brent, ese barril de petróleo de 159 litros que nos hunde poco a poco en el fango económico a todos los consumidores, no por su culpa, sino de quienes lo manejan.  Hace apenas unos pocos días había alcanzado los 68 dólares por barril, pero con la aparición del virus señalado, se desplomó a 55 dólares, su bajada no ha sido repercutida en el precio del carburante al consumidor y se sigue pagando el mismo a precio de “oro negro”. Con lo cual las compañías refinadoras deben de estar refregándose los bolsillos al estar cuadruplicando sus ganancias.

Hace pocos años, el precio del brent, llegó a su cifra más alta en la historia, en 110 dólares, desde entonces ha ido a la baja, sin que se reflejase nunca de un modo real su precio a la hora de repostar el combustible, ni tampoco nadie salió a dar explicaciones de los motivos de que el precio siguiese alto y no repercutiese la bajada del mercado, hay que tener en cuenta que el precio de minorista a aquella ocasión llegó a 1,44 euros litro de gasolina sin plomo y en estos instantes cuando después de una tregua alcanzó los 68 recientes, se pagaba aquella a 1,37 euros litro, es decir una mínima diferencia entre el máximo cotizado y el que se situaba hace tan solo dos semanas, pero el brent tiene una diferencia de precio. Entre aquellas cotizaciones de -50% en su costo, el que no se refleja en el precio al consumidor, sin saber el porqué, ni los motivos de que  el precio siga tan alto en los surtidores al público.

En este momento a 55 dólares, debería haber bajado 13 céntimos en litro y no ha sido así, antes descendía como una pluma, pero ahora se congela en el tiempo y se sube inmediatamente que lo hace en el mercado, con lo que el beneficio queda siempre del mismo lado y en perjuicio del cliente. La sociedad civil, tiene que tomar conciencia de que se está abusando de su pasividad y exigir a sus políticos que tomen carta en el asunto, es un problema que atañe a todos los usuarios sin excepción, las petroleras, está bien que tengan beneficios, pero no abusando de prácticas de usura, a la hora de fijar las tarifas en detrimento del automovilista.

Hay mucha gente que vive del transporte y debía preocuparse de saber los motivos por los que cuando reposta, su factura no baja, también el que saca a su vehículo a pasear es, costoso y debe hacer valer su voz, para que las petroleras sean más transparentes a la hora de señalar los precios, si bajan en el mercado de futuros, deben repercutir esa bajada con la misma rapidez, que lo hacer al abordar la subida. En este asunto la sociedad en su conjunto pierde la partida, solo la ganan las petroleras

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