¡Insensatos…! ¿Hasta cuándo?

ada día que salgo a la calle, respetando las medidas de seguridad decretadas en la desescalada motivadas por el estado de la pandemia y en los horarios establecidos según mi edad, me sorprendo de manera alarmante. Por las calles veo personas a las que debo encuadrar en dos grandes grupos: los que hacen lo mismo que yo respetando la normativa sanitaria y los que les importa todo eso lo más mínimo.

Los primeros solemos llevar mascarilla –que por el momento tan solo son obligatorias en los transportes públicos, craso error– y vamos protegidos con guantes desechables. Y los segundos van, como vulgarmente se dice, a pelo sin respetar las distancias, utilizando bancos y lugares en los que poder reunirse cuando está totalmente prohibido, y totalmente desprotegidas las manos y la cara. En ese segundo grupo, el de los irresponsables e insensatos, no se cumplen los horarios establecidos para salir a la calle según las medidas decretadas por el Gobierno.

Y lo que más me sorprende de todo este proceso son los nuevos y las nuevas deportistas que hacen deporte diariamente sin hacer deporte. Van, eso sí, vestidos de deportistas, pero sus iniciativas deportivas son las del mínimo esfuerzo. Es una forma de salir a unas horas del día, que luego complementan con la ida al supermercado, la farmacia, a buscar el periódico, al estanco y para culminar el gran recorrido de estancia en la calle suelen pasear el perro, el propio o el del vecino, un par de veces en el día.

La irresponsabilidad es demasiado grande. En un comentario anterior puse de relieve que el Gobierno, con ese famoso equipo de expertos que nadie conoce, había adoptado una decisión demasiado temprana y precipitada. Los españoles que llevamos demasiados días confinados no estábamos preparados para salir tan pronto a la calle. Y mucho menos hacerlo al estilo de la gran espantada que protagonizan los búfalos…

Los insensatos seguirán pululando por nuestras calles sin preocuparles lo más mínimo la forma de expandirse y de contagiarse con el virus. Lo importante es la fiesta callejera. Pedro Sánchez y su equipo de gobierno, junto a los que están al frente del estado de alarma, tienen que adoptar medidas serias y contundentes. Creo que usar la mascarilla por la calle debería ser opcional pero obligatorio en supermercados, farmacias y establecimientos donde se junten varias personas. De este modo y en la lejanía los encargados de que las normas se cumplan tendrán a tiro de piedra a los que pasan de las medidas sanitarias. Todos saldremos beneficiados y separaremos de la manada a los insensatos que nos ponen a los ciudadanos normales en riesgo extremo

¡Insensatos…! ¿Hasta cuándo?

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