Pedro Sánchez: jugador de oca, ping pong y ajedrez

Lo que está sucediendo en la política en estos largos ocho meses me hace retroceder a mi infancia y juventud en relación a dos de mis juegos preferidos: El de la oca, de mesa puro, y el de ping pong (para los modernos tenis de mesa) como ejercicio diario de rápida movilidad.
En cuanto a la comparación con el primero de ellos sucede que se ha tenido que retroceder a la casilla de salida para empezar nuevamente la partida tirando el dado que nos pueda otorgar avances no exentos de peligros bastante cercanos y numerosas trampas en el camino. Y el segundo nos demuestra que los políticos son auténticos especialistas en devolver todo lo que les llega. Esta es la máxima fundamental en este juego que en mis épocas tenía como canchas de ejercicio diario las instalaciones de la OJE o de Acción Católica.
Pedro Sánchez, el socialista que en muchas ocasiones no me lo parece, se ha mostrado como un gran experto en esos dos juegos de mesa: devuelve todo lo que le llega siempre con la misma jugada en forma de mate con el marchamo del “no”, e intenta mandar a la casilla de salida de forma permanente al que ganó las elecciones para que no pueda gobernar. Y ahora a estos dos juegos ha añadido uno más: el ajedrez.
En su fuero interno lo que pretende es hacer tablas con Rajoy en cuanto al número de acciones fallidas para lograr la investidura parlamentaria. Es una obsesión que le atenaza el poco fluido interno que podría tener de político consciente y consecuente con el momento que estamos viviendo en nuestro país y las repercusiones europeas que pueda conllevar su posicionamiento inamovible.
Quizá jugando la partida busque enrocarse, aunque dudo sepa manejar esta jugada. De todos modos creo que ha llegado el momento de que adopte una de las tres posiciones que tiene de cara al Debate de Investidura: abstención, para que gobierne en total minoría el PP y su partido se recomponga desde la oposición; intentar ser investido presidente con los votos de la izquierda más radical incluida la independentista, o mantenerse en el NO para que los plazos corran y tengamos que volver a las urnas por gentileza de Papa Noel Sánchez, con quizás una parada en el mes de octubre después de las elecciones gallegas.
Como es lógico es usted libre, señor Sánchez, de hacer la que quiera y considere oportuno, pero no siga mareando la perdiz .Ya sabemos que su mal olor es bueno para condimentarla pero muy malo para su partido que hace tiempo que está más mareado que la gallinácea, y sin saber qué rumbo tomar.

Pedro Sánchez: jugador de oca, ping pong y ajedrez

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