Edicto para una ignominia

“Desenterrarán a nuestros muertos y los juzgarán en las plazas públicas por crímenes contra el pueblo vasco”.

Luis Martínez Villota

 

En el libro "La hija del txakurra" transcribo la frase de un judío en referencia al Holocausto: “Jamás nos perdonarán lo que nos han hecho”. La afirmación encierra una evidencia aterradora: el crimen cometido fue de tal envergadura que aquellos que lo realizaron solo pueden consentirse no perdonar a las víctimas para así caber en ellos y en la historia. 

El libro que nombro narra otro crimen espantoso; el cometido por ETA y cuantos la han alentado. Ellos, entendía cuando lo escribí, tampoco pueden perdonarnos lo que nos han hecho porque no cabe el perdón para tal atrocidad. 

Lejos de la magnitud del acto, no advertía en ese momento diferencias entre ambos crímenes, sin embargo, las hay. El nazismo fue derrotado, juzgado, condenado y prohibido; ETA y su ideario, no, ellos siguen activos en el quehacer político, es más, gozan de prestigio democrático y capacidad de gobierno. 

Fue en la constatación de esa terrible realidad donde oí a un veterano guardia civil la demoledora cita con la que abro esta reflexión; palabras que nos advierten: por qué habrían de conformarse con no perdonar si pueden invertir el orden de la historia convirtiendo a las víctimas en verdugos.

Si tal premisa se cumple, será la digna ignominia que ponga fin a la indigna infamia que es y ha sido la lucha contra ETA.

Edicto para una ignominia

Te puede interesar