Un no gobierno

De Mariano a Sánchez sin pasar por la casilla de Pablo, y voto porque me toca. Ese va a ser el juego democrático hasta conseguir una mayoría absoluta que nazca de los méritos de un gobierno que aún no se constituyó, y como tal, no ha podido gobernarnos ni defraudarnos. Un gobierno que no ha sido, merecerá nuestra confianza y aliento, para que nos gobierne sin sentido de ser ni razón de estar. Un gobierno que sea la negación de los gobiernos. Que no soporte idea de pueblo. Y sea de la medida de nuestros particulares deseos. Sin orientación ideológica. Capaz de cualquier ocurrencia y ninguna idea. Un gobierno producto del puro juego democrático de votar, de un hombre un voto, de visitar la urna hasta sentir la nausea de elegir en el cielo del paladar. Un gobierno digo que sea pura abstracción democrática. Indolente chulería electoral. Mísero uso y abuso de la voluntad popular.
Un gobierno que no es y que no será pasará a la historia de España como el mejor que hayamos tenido. Será entonces cuando comprendamos que tal vez no sea tan importante el gobierno como la naturaleza de su ser y la razón de su estar. Que no se trata solo de elegir sino de saber lo que se elige, para qué y qué se le exige. Que lo vital no es votar sino la voluntad de fiarnos los unos de los otros en dos de los mayores desafíos que nos afligen y distinguen, la pacífica convivencia y la sana gobernación de nuestros comunes asuntos.

Un no gobierno

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