Pablo y la Torre de Babel

Hasta ahora no había entendido el apego de Pablo Iglesias por los partidos nacionalistas, sean de izquierdas o de derechas, y menos aún hacia sus políticas tan alejadas de los axiomas internacionalistas de su ideología, por insolidarias, clasistas…

He resuelto el enigma; prometió “tomar el cielo por asalto”, un salto imposible que busca remediar retomando la torre de Babel, engendro arquitectónico que pretendía alcanzar el cielo y que frustró dios confundiendo las lenguas de sus constructores. 

A caballo entre Juego de tronos y el Antiguo Testamento planea poner de acuerdo, bajo el imperio de la común lengua del poder, a todas esas tribus para que hagan realidad esa magna obra que le permita hacer realidad su utopía, que más da que sea por asalto, de un salto o encaramado. De momento luce alzado sobre los hombros de Sánchez. Un paraíso que en cuanto sea ganado va a ser parcelado, porque muchas de esas tribus, clanes y gremios tienen claro que ellos ya eran cuando el cielo aún no lo era. Un edén que será gobernado con natural desdén por el ancestral egoísmo de cada uno de ellos, al igual que las políticas dirigidas a mejorar la vida de sus ciudadanos y también las encaminadas a preservar y mejorar la salud de su celeste naturaleza. 

Será un infierno, y lo sabe, pero no duda que en ese tiempo otro mesías habrá prometido “ganar por descenso el averno”, y en tal caso, quizá otra vez La divina comedia, y él, el divino Dante.