La magia de Nochebuena

Estos días todos recibimos y enviamos mucha “correspondencia” en distintos formatos, desde chritsmas y cartas en papel hasta correos electrónicos, mensajes de texto o WhatsApp, que son el vehículo para felicitar las pascuas “con los mejores deseos para ti y los tuyos”. Es una de las fórmulas convencionales que expresan los buenos sentimientos adormilados a lo largo del año.  
De entre todas las misivas recibidas me quedo con un vídeo –circula por la red– que está protagonizado por dos niños y seguramente por eso rebosa coherencia y ternura auténtica. La pequeña, calculo que de unos cinco años, deambula sola, pensativa y triste en el entorno de una urbanización. Asomado a la ventana de una casa confortable, está un niño de su edad, que al verla sale a su encuentro, la saluda “Hola, soy Tom”, le entrega una figurita en forma de estrella y la lleva a su casa.
Al entrar, la niña ve aquel hogar engalanado con luces, estrellas y otros adornos alusivos a las celebraciones navideñas que no entiende y, con el candor y la curiosidad infantil, pregunta a su nuevo amigo: “¿Qué es Navidad?”.  El pequeño Tom mira a su amiga, se acerca a ella y la abraza, con un abrazo que reúne y compendia la expresión sublime de la amistad y el cariño, y le dice: “¡Esto es la Navidad”.
Más allá de las creencias de cada cual, la Navidad sostiene nuestra civilización y alimenta nuestra cultura colectiva desde el nacimiento de Jesús de Nazaret en el Portal de Belén y tiene tanta fuerza que nos impulsa a recuperar valores como la amistad, la solidaridad, la tolerancia y muchos afectos perdidos. Por unos días dejamos a un lado rencillas y rencores, olvidamos problemas, preocupaciones y tristezas y nos unimos a la alegría general 
Hoy es un día especial, de viejas tradiciones y arraigadas costumbres que “alumbran” una noche que hacen mágica tantos emocionados reencuentros que culminan en gratas reuniones familiares en los hogares. Esta noche el regocijo de los presentes se mezcla con el recuerdo, también emocionado, de los ausentes y esa combinación de sentimientos fortalece y acrecienta la felicidad de las familias.    
En días como hoy procede recordar las palabras del poeta lucense Noriega Varela que supo captar con sensibilidad galaica el espíritu de la Navidad: “Nos petruciales escanos folguémonos tras do lume que o cabo de centos de anos, non hai outra festa, paisanos, de mais suave perfume”. No se puede decir mejor. Feliz Navidad para todos.

 

La magia de Nochebuena

Te puede interesar