“Todo por la Patria”

l escritor Bernardo López García (Jaén, 1838-Madrid, 1870) nos dejó la oda “El dos de mayo”, un canto a los héroes que defendieron la nación española de la invasión de los franceses cuya primera estrofa “oigo, patria, tu aflicción, y escucho el triste concierto que forman, tocando a muerto, la campana y el cañón” aún hoy es recitada por muchos ciudadanos.
Ahí, en la Guerra de la Independencia, nació “todo por la patria”, la idea que movió a los soldados y al pueblo a luchar por su país que después consagraron la Constitución de  Cádiz -“todo español debe defender la patria con las armas”- y el himno de Riego de 1820 -“soldados, la patria nos llama a la lid”-. Años antes los ilustrados definían la patria como “el Estado cuyas leyes garantizan nuestras libertades”. 
Traigo estas citas sobre la patria a propósito de la iniciativa de Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) que quiere retirar de los cuarteles el lema “Todo por la Patria” por sus connotaciones franquistas (fue el general Gil Yuste el que mandó colocarlo en los cuarteles en 1937) y sustituirlo por “Todo por la Democracia”.  
Los impulsores de esa propuesta deberían saber que “Todo por la patria” es muy anterior al franquismo (lean la “Crónica” de Ramón Muntaner del siglo XIII), el concepto patria está recogido en la Constitución vigente y, por tanto, el lema es plenamente democrático. Ejército y Guardia Civil tienen más lealtad a la Constitución que muchos políticos, saben que “no hay patria bajo el yugo del despotismo” y que ser patriota equivale a defender la libertad. 
La sociedad civil se pregunta a quién molesta ese lema colocado en la puerta de los cuarteles. Las Fuerzas Armadas han demostrado la defensa de los principios constitucionales, que eso es lo que significa “Todo por la Patria”, la divisa que para ellos es una de sus señas de identidad. Coste económico aparte, ¿no tiene la ARMH asuntos más importantes que “recuperar”? ¿Por qué abrir ahora este debate? 
“Un eslogan democrático de hace dos siglos es tachado ahora de franquista… ¡País de locos!”, decía un internauta. Es la obsesión enfermiza con el franquismo, un régimen olvidado por los que vivieron en aquella dictadura y desconocido para la mayoría de los españoles, salvo para un grupo de nostálgicos que lo defienden, pero viven bien  acomodados al amparo de la democracia. 
Veremos más episodios de utilización de la historia como instrumento ideológico con el objetivo que apunta el humorista satírico El Roto: “¡entretenedles con el pasado! ¡Que no se fijen en lo que viene!”. En honor a la verdad, enredar con este emblema militar que viene de un pasado lejano nada aporta al futuro del país.   

“Todo por la Patria”

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