Un lio

Cuentan quienes le visitan últimamente que Rajoy lo resume todo en dos palabras: un lío. ¿La formación de Gobierno? Un lío. ¿Lo que está sucediendo en Cataluña? Un lío. Parece que incluso algún que otro episodio del Tour, su gran pasión deportiva junto con la Liga, resultó ser un lío. Todo es un lío. Pues bien, el presidente del Gobierno de ese país que es un lío es Rajoy, y por poca responsabilidad que tenga, alguna le corresponderá en ese lío. ¿O no?, como diría él si hablásemos de un adversario suyo en una situación similar.
Probablemente Mariano Rajoy es el primer presidente del Gobierno que entiende, de verdad, qué es el nacionalismo periférico. Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero puede que aparentasen saber qué es el nacionalismo, pero en el fondo no lo mamaron de pequeños. Lo estudiaron, se lo contó algún asesor, lo vivieron hablando con nacionalistas -¿cuánto cuesta el hecho diferencial, Jordi?, solía preguntarle Felipe González al ex presidente de la Generalitat-, pero ninguno tuvo el contacto con el nacionalismo -y el conocimiento directo- que adquirió Mariano Rajoy casi desde niño y, desde luego, de adolescente y joven. Pontevedra, su ciudad, está gobernada por el BNG. Su paso por el Parlamento gallego le hizo saber de cerca cómo son los nacionalistas. Lo mismo le pasó siendo presidente de la Diputación de Pontevedra o en su papel de bombero como vicepresidente de la Xunta de Galicia. Y, en general, en su vida política y personal. Por si fuese poco, en el PP de Galicia se las tuvo que ver con compañeros de partido que se situaban al borde de la autodeterminación (sic).
Es más: Mariano Rajoy es de los que pueden presumir de haber sufrido los ataques de los nacionalistas desde muy joven, sin que por ello dejase de comprenderlo. La prueba más evidente es el buen trabajo que, siendo ministro, le hizo al presidente Aznar, negociando con los nacionalistas vascos y catalanes. Si algún político español unionista sabe de nacionalismo ése es Mariano Rajoy.
Si, como presidente, no ha sabido gestionarlo, hasta el punto de que ahora Cataluña es un lío, no es tanto por él como por no haberse impuesto como presidente a un partido, el Partido Popular, que obtuvo grandes réditos de atacar al nacionalismo. Dirán algunos: pero si Rajoy es el presidente del PP, también es responsable. Sí, pero en el fondo no. Si bien Mariano Rajoy es un pata negra del PP -viene de AP- tampoco es un hooligan y menos aún un activista. Ha dejado hacer. Ha dejado que España sea hoy un lío.

 

 

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