EMIGRACIÓN E INSOLIDARIDAD

La emigración está cada vez más en auge, en un mundo tan desigual como el actual, por culpa del injusto reparto de los bienes materiales y la riqueza. La mayoría de las personas que optan por emigrar dejan su pueblo natal, ciudad o país habitual de residencia para buscar nuevos horizontes y unas oportunidades para poder vivir con un mínimo de dignidad. Lo peor de todo es que, algunas personas humildes y con escasos recursos (principalmente de países del continente africano),  no pueden utilizar el avión, el tren, el autobús o el vehículo particular para viajar; en demasiadas ocasiones, esta emigración ilegal y sin papeles, se hace en barcazas, canoas o pateras por eso también son demasiadas las ocasiones en que esas ilusiones y esperanzas se quedan en el camino. Es el caso de las cerca de 500 personas que han naufragado, muertas y desaparecidas, en una barcaza, cuando querían acceder al continente europeo. Es vergonzoso que, en pleno siglo XXI, los responsables políticos mundiales sigan mirando para otro lado y lo que es mucho peor, en este caso concreto de insolidaridad, como en otros muchos por desgracia, que varios pesqueros presenciaron el naufragio de esas decenas de personas y no hicieron nada para ayudarles: los dejaron morir. Esto es inhumano, indigno y merecedor de todo tipo de desprecio y de que se exijan las responsabilidades civiles y penales correspondientes.

EMIGRACIÓN E INSOLIDARIDAD

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