Políticos y ciudadanos

“Esos políticos solo miran por sus intereses y por la lucha por el poder”. Esto es habitual escucharlo en cualquier cafetería, bien en el paseo habitual, o simplemente en la calle, sin olvidarnos de las reuniones familiares. Cuando largamos estas obviedades no somos del todo conscientes de que los políticos no son más que el reflejo de la sociedad.
La mayoría de los ciudadanos se dedica a defender sus intereses particulares y a trabajar por tener poder y los mayores bienes materiales sin importar el interés general. ¿Es legítimo? Claro que sí y además es algo inherente al ser humano. Pero, por favor, que luego no se chuleen tratando de culpar a los servidores públicos por actuar de la misma forma que ellos. En pleno siglo XXI no deberíamos consentir la extrema pobreza, las injusticias sociales, las desigualdades, la indefensión de muchas familias humildes. No obstante, demasiados ciudadanos siguen mirando para otro lado.
Aunque a algunos les resulte extraño, cada vez somos más parecidos los políticos, aunque queramos culpabilizar a los políticos de todos los males de la sociedad para tratar de limpiar nuestra consciencia, conciliar el sueño y escapar del insomnio, de la tristeza, de la ansiedad o de la depresión.
El pensador y filósofo inglés Thomas Hobbes ya dijo en el siglo XVIII que el estado natural del hombre es la lucha continua contra su prójimo. Su celebre frase “el hombres es un lobo para el hombre” sigue muy vigente.