Andar, correr, cumplir

a última sesión parlamentaria nos lleva de nuevo al desconcierto, el desaliento y, a la vez, al cabreo generalizado. Discursos incendiarios, profundas diferencias y una nueva etapa en la que los ciudadanos somos los garantes del éxito de las medidas: andar, correr y sobre todo cumplir con las normas. Pero ¿y ellos. Sus señorías, que? 
Dos líneas, no merece más, para la catarata de acusaciones, desafueros, alguna mentira –como un falso documento en que basar su acusaciones – y ni una sola idea. Ese es el resumen de la actuación de Casado que ¡pese a todos los defectos que encontró en su rival político acordó abstenerse! De circo. Un discurso disparatado que ya fue bautizado como “esquizofrenia política”. ¿Y ellos son el remedio? A su lado, en una carrera suicida hacia la nada, Abascal empeñado en llevarnos a los tiempos del Cid, Viriato o Franco. Se trata de dinamitar lo que hay pescar en aguas turbias. 
Y mientras el presidente, enrocado en su posición, camina hacia la recentralización, optando por circular al margen de las autonomías cuando estas cuentan con la sanidad transferida, el conocimiento de su geografía y la proximidad de la ciudadanía que pasea, corre y cumple con lo ordenado en calles y plazas de su hábitat natural, Su fracaso perder el apoyo de los que le llevaron hasta la presidencia. Solamente consiguió pescar en las redes de Ciudadanos que está buscando su lugar en la política desde la insignificancia de su poder actual. 
Y con esos mimbres se pone en marcha la Comisión para la Reconstrucción Política y Social. Hasta la fecha, y según datos del ejecutivo, se destinaron por una parte y para atender urgencias, ciento treinta y nueve mil millones para sanidad, a repartir entre todo el Estado, una buena parte para atender a los trabajadores que se quedaron en el paro por culpa del coronavirus y ayudas los empresarios, en una cifra que engorda cada día. Añadan los alrededor de cinco mil millones al año para el llamado “salario vital” que empezará a pagarse en junio. Una cantidad impresionante pero necesaria.
Dejando atrás el paisaje que ofrece la actualidad, el futuro puede ser todavía más negro. El déficit galopa desbocado, el PIB se hunde y el paro puede superar los veinte millones de ciudadanos. Es urgente una reforma fiscal, abandonar la economía neo-liberar que abraza el PP y un impulso de la inversión pública.Los ciudadanos a correr, andar y cumplir las normas.

Andar, correr, cumplir

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