¿Dónde está la izquierda?

Ante la unión de la derecha –de eso iba el comentario del martes– muchos ciudadanos y no pocos politólogos se hacen esa pregunta que, en el arranque de la campaña electoral cobra especial interés. Y es que ante la revolución neoliberal y el aumento de la ultraderecha, parece clara la necesidad de encontrar un freno radical a lo que la derecha, apoyada por el capitalismo radical, nos ofrece: retrocesos y  recortes.

Pero parece claro que la izquierda está en horas bajas al abandonar poco a poco, en una deriva al centro donde tal vez se encuentre el mayor caladero de votos, su carácter revolucionario en lo económico, pues el capitalismo no tiene límite; reformista en lo institucional como  derecho de la igualdad entre los ciudadanos y conservadora en lo antropológico, usando la expresión no en la identidad nacional-imperial sino en el planeta, la vivienda, el puesto de trabajo.

Con esta especie de prólogo –que recoge diversas opiniones– vamos ahora con la actualidad que hoy ocupa a la izquierda,  tanto en todo el país como en la parcela más cercana. El PSOE, primero en las encuestas, confía en rentabilizar el rechazo de la derecha a sus presupuestos como la mejor arma electoral, ya que la campaña intentará movilizar a los suyos con el adelanto de las medidas sociales prometidas y derrotadas antes del “stop” a la legislatura. Además “un chute” de optimismo por el respaldo de la socialdemocracia europeo a Sánchez en reciente escenificación.

Por su parte, Izquierda Unida, está más desunida que nunca;  ya antes eran legendarios los desencuentros entre González y Anguita, pues aparece Actúa pilotada por Llamazares y Baltasar Garzón y nacen las dudas en Podemos. Este “revoltijo” tiene como consecuencia más inmediata que IU someta a votación la unión con Podemos.

¿Epitafio? “No hay voluntad de negociación previa en la izquierda”, remachó en una entrevista Gaspar Llamazares. Y lo de Izquierda Unida vale para Podemos, donde se inició un incendio en sus confluencias y un auténtico rejón en su núcleo fundador con la marcha de Errejón.

Aquí Anova insiste en sus llamadas a la unidad, pero no hay mucho más detrás de esa declaración, que tuvo su eco en Compromiso por Galicia, que invita a En Marea y el BNG para una posible alianza… pero la llamada no llega a otras formaciones de izquierdas. El “carajal” de las mareas aquí y las llamadas “confluencias” en todo el país cierra el círculo y hacen buena la pregunta del principio.

¿Dónde está la izquierda?

Te puede interesar