El PP, sin complejos

Estaba la peña arrimada a la barra del bar, con un ojo puesto en la tele y el otro en la tapa que disminuía a toda velocidad, cuando el aguerrido líder de los populares consumó su retahíla de eructos dedicados al presidente de Gobierno, que suman hasta un total de veintiuno y abarcan desde traidor a felón.  
Y ahí, desde la esquina de la barra, nos llegó la frase que da título a este comentario. Peor es robar, señorito y, de seguido, nos hizo un “relatorio” de las más recientes investigaciones de la Guardia Civil, la Policía y la Justicia.
La UCO –Unidad de la Guardia Civil que lucha contra la corrupción– revela que Mariano Rajoy ganó las elecciones generales de 2011 con dinero negro –facturas falsas y pagos ocultos...– con lo que gano de forma ilegal (dopado el partido), esos comicios. 
Por allí, en esa época, el señor Casado formaba parte del poder ejecutivo en el Partido Popular. Pero ya saben: llega un PP sin complejos
Ese PP atosigado por su pasado de corrupción –y por lo que se descubre un pasado aún de “anteayer”– no cambia por darle otro color a la pancarta o cambiar la gaviota. 
Esa frase de “el PP si complejos”, debe referirse seguramente a este asunto del que la revista “El jueves”, llena su portada con dos paisanos rebuscando en el pasado descubren que “la financiación ilegal del PP viene del siglo V antes de Cristo”. 
Pues eso: sin complejos. Y ahí están, en Andalucía, donde tanto Ciudadanos como PP incumplen sus propias reglas “anticorrupción” al contar en sus filas con investigados. Y sin complejos, oiga. 
Las noticias recurrentes sobre la actuación de la llamada “policía patriótica” que circulaba por las cloacas del poder; el aliento de la derecha más intransigentes que durante siglos creó las reglas y la ayuda de una opinión publicada que en lugar de hacer las cuentas a la realidad que nos rodea, nos rodea de cuentos, alejan a los políticos y, ay, también a los ciudadanos, a la voz de la calle. 
El domingo muchos conciudadanos se han echado a las calles para defender sus ideas, sus principios y, también, denunciar sus carencias. Unos en Madrid y otros en Compostela. Por la patria, decían unos. Por la salud, la vida, decían aquí. 
Y Feijoo?  En la madrileña  plaza de Colón, sin complejos, mientras el personal sanitario y los pacientes están impacientes en su larga batalla por una salud pública y eficaz

 

El PP, sin complejos

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