La película

el título de la película es “El reino” y viene a ser como un espejo de la sociedad española en los últimos años donde a la crisis se unió como una lapa un grupo de impresentables con mando en plaza (ayuntamientos, diputaciones, parlamentos, organismos varios) para meter mano en la caja común. El director y los protagonistas del film contaron que se habían “entrenado” hablando con los políticos para que les contaran sus experiencias (¿tropelías?, para que la película fuera muy real. Entre los políticos que aportaron sus vivencias estaba la expresidenta de la comunidad madrileña, modelo de la derecha
La derecha –hoy, según los estándares que funcionan para medir esas cosas, derecha extrema– no resiste la prueba del algodón pues a poco que frotes enseguida aparece su ADN. ¿Ejemplo? de hace poco: las conversaciones de Corinna, grabadas por Villarejo, donde contaba las comisiones que se repartían en La Meca, con el Emérito por medio, eran una mentira. Un corte y pega. Una falacia contra la monarquía, España y el mundo cristiano. Mientras otras grabaciones –Villarejo por medio– con la ministra de Justicia como participante, son palabrita del Niño Jesús. ¿Otra? Su filibusterismo parlamentario (once durante su paso por el gobierno) es por nuestro bien y cuando “las mañas” las repiten sus rivales es pecado mortal. Un castizo diría que “si tienen más cara se la pisan”.
De grabaciones hay cientos y casi siempre están los de la misma banda: sobre el chalet de fulanito, las recomendaciones para que no se investigue el master de menganito o los diálogos entre Zaplana y González eligiendo el nombre de fiscales. Son unos cuantos ejemplos pero nos podemos remontar hasta el caso Naseiro donde unas conversaciones telefónicas salvan al todopoderoso tesorero de la AP de Fraga.
Si hablamos de armas y guerra nos “topamos” con Aznar, aquel dirigente que llamó “ejército de liberación” a un grupo terrorista, y que nos metió en la madre de todas las guerras. Y de Aznar a Rajoy que, en secreto, envió armas a Riad –pagadas por Arabia Saudí– interviniendo así en la guerra de Yemen. Fue un mal negocio (se perdió dinero) y se actuó contra las normas de la ONU, informaba el País anteayer. Unan estos “negocios” (Morenés–Rajoy) a los submarinos que no se hundían y que no cabían en los muelles pero que dejaron un agujero en las cuentas del Estado. A esta “película” El Roto ha puesto el epitafio: hemos convocado en el burdel al comité de ética”.

La película

Te puede interesar