Las dos Españas

cristina Monge firmaba en El País un artículo titulado “Un gobierno contra el miedo” que terminaba con estas frases: “el próximo gobierno cuando sea y como sea tiene que poner en marcha políticas públicas protectoras. En definitiva recuperar la idea de progreso que la recesión truncó y de cuyos efectos aún no somos conscientes…”
Y es que contra el ruido de las derechas –de aquí y de Europa– ampliado por sus pregoneros habituales, haciendo piña con el poder económico, tenemos que ejercitar la memoria: los últimos años del gobierno de la derecha significó el aumento de la desigualdad, inició la etapa de recortes en sanidad y educación. La prueba es que el gobierno de Feijóo, a, ahora ¡iniciando la campaña electoral!, confiesa que eran necesarios más sanitarios y más docentes. Hay trampa en sus cuentas pues hace fijos a los “precarios” con lo que el problema seguirá presente, pues durante la política marianista el sector público cedió espacios a las grandes empresas. ¿Exagero? No hace falta repasar el pasado sino escucharles ahora, insistiendo una y otra vez con que viene el lobo. 
Se suma a ellos la jerarquía eclesiástica, que por  boca del arzobispo Cañizares, este infierno que padecen miles de ciudadanos no tiene más arreglo que en la otra vida. Quizás la preocupación del prelado se deba a que PSOE y Podemos criticaron en sus programas electorales del 10 de noviembre los privilegios de las inmatriculaciones concedidas por Aznar y recuperar los bienes inscritos indebidamente…
Y es que cuando hablan de las dos Españas se refieren a los territorios y no a los ciudadanos. La España vaciada, por ejemplo, es el drama de nuestros conciudadanos que no tienen los servicios esenciales que quienes viven en  ciudades. Los que discuten sobre la migración se olvidan de los que la miseria los ahoga en tierra firme. Y tenemos la España del Master chef en la tele y, a continuación, un reportaje de los que malviven en la calle, buscando comida en los contenedores cercanos a los grandes restaurantes .Está  la España del AVE a Málaga y la ausencia de trenes a Lugo y Ferrol. 
Y tenemos a la España que celebra las fiestas navideñas entre luces y fiestas mientras crecen  las colas para buscar un acomodo donde dormir.
¿Cómo es posible, escribe Puri Aguilera en “cartas al director”, que nuestros políticos hagan alarde de alumbrado aumentando el gasto cada año y falte presupuesto para más albergues…? 

Las dos Españas

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