¿Patriotas?

Florecen a diario pero su historial les delata. ¿Un ejemplo…? Esa que quiere a España cuando está lejos. Y es que hay amores que matan y otros que mueren. Y la distancia es el olvido. Y Hacienda somos todos. Si estas lejos, te olvidas. Pero crece su amor cada vez que se va. Y si Dios quiere, cuando vuelves, puedes encontrarte con Montoro y sus amnistías para patriotas viajeros…
Tenemos a doña Esperanza Aguirre, la mujer que ha conseguido la mayor granja de ranas sin mancharse las manos. Ya saben que no tenía dinero para pagar la calefacción y que, como dicen en la tele, paró el coche delante de un cajero pues allí se pasaba las noche de invierno.
Y ahora, anda ya, no tiene dinero para pagar un abogado. Ella que trabajó como asociada en un despacho de abogados y que tiene un hermano y dos hijos abogados.
Otra patriota doña Cristina Cifuentes, citada varias veces por su posible contribución en las oscuras operaciones que cerca al PP, juró ante la tele que su cuenta es muy corriente: apenas tres mil euros.
El que es poco corriente es su sueldo: noventa mil euros al año por su trabajo en favor de esta España una, grande y libre, de la que lleva años cobrando y en coche oficial…
Ah, por cierto: en la declaración de hace dos años (cuando cobraba menos) declaró una cuenta corriente con más de veintiséis mil euros) y es que, seguramente, paga mucho “de luz”…
Las cuentas del Partido Popular y Ciudadanos, encantados de haber encontrado un himno patriótico, afín a sus postulados, revelan que son los partidos que más dependen de dinero público.
En 2005 el PP obtuvo noventa y dos euros de cada cien ingresados en sus cuentas y el partido de Rivera de cada cien eran “cuartos” públicos. Esta, sin duda, es la patria de sus sueños.
Otro gran patriota, Francisco Franco, dejó a sus descendientes una pastizarra que sus actuales descendientes vigilan desde las Islas Vírgenes y Miami, según se cuenta en uno de esos confidenciales que suelen hurgar en las basuras de muchos patriotas…
Mientras, ahora hablamos de estadísticas, los trabajadores españoles perdieron, en los últimos diez años, 374 euros al año entre la reducción de salarios y el alza del coste de la vida.
Esa cantidad, multiplicada por mil, es el beneficio estimado de cada una de las grandes firmas que agrupan la marca España de nuestro patriótico Ibex-35 

¿Patriotas?

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